El consumo de agua es una de las prácticas más importantes para mantener hidratado el organismo, especialmente porque se trata de un líquido que no tiene calorías, azúcares y es fácil de encontrar. Sus beneficios van desde la restauración de líquidos perdidos a través del metabolismo o la sudoración hasta la lubricación de articulaciones y tejidos.

Sin embargo, es frecuente que muchas personas tengan dudas sobre la cantidad correcta de líquido que deben ingerir diariamente, sobre todo teniendo en cuenta que cada ser humano tiene características específicas y cada organismo se comporta de una manera diferente, por lo que las cantidades pueden varían dependiendo de la persona.

Llenar un vaso con agua potable del grifo de la cocina | Foto: Getty Images

La Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos (IOM, por sus siglas en inglés) recomienda consumir 13 tazas de líquido en hombres sanos, mientras que en el caso de mujeres sanas aconseja tomar 9 tazas diarias, como recoge un artículo publicado por la periodista Raquel Sáez en el portal Mundo Deportivo.

Si los hombres o mujeres realizan actividad física frecuente o están expuestos a temperaturas cálidas durante el día, la recomendación es que el consumo de agua sea incluso mayor, lo que tiene beneficios no solo en términos de hidratación sino de mantener la piel sana y una digestión adecuada.

Es importante resaltar que el consumo de agua no solamente proviene del líquido al que las personas acceden desde su hogar o comprándolo en botellas en un supermercado. También se puede ingerir a través del consumo de alimentos ricos en agua, por ejemplo, manzanas, melones, pepinos o verduras de hoja verde.

Ahora bien, sobre el consumo de agua dependiendo la edad, la Academia Nacional de Medicina de Estados Unidos recomienda lo siguiente.

  • 1 a 3 años de edad: 4 tazas
  • 4 a 8 años: 5 tazas.
  • 9 a 13 años: de 7 a 8 tazas.
  • 14 a 18 años: de 8 a 11 tazas.
  • Hombres mayores de 19 años: 13 tazas.
  • Mujeres de más de 19 años: 9 tazas.
  • Mujeres embarazadas: 10 tazas.
  • Mujeres en periodo de lactancia: 13 tazas.

Es importante dejar claro que cada organismo funciona de manera diferencial dependiendo no solo de su edad sino también de las enfermedades que padezca, sus hábitos alimenticios, actividad física que realice, entre otros aspectos. Por esa razón, siempre es recomendable definir una dieta integral bajo asesoría de un especialista.

Tomar agua puede ayudar a subir las defensas. | Foto: Guido Mieth

La creencia popular dice que son alrededor de dos litros diarios los que se deben consumir, teniendo cuidado de no excederse. Sin embargo, varios estudios científicos han planteado que no se debe forzar el cuerpo a beber esa cantidad de agua directamente desde un vaso o botella.

Lo anterior teniendo en cuenta que durante el día las personas no consumen exclusivamente agua: también consumen líquidos a través de alimentos, frutas y verduras.

Los expertos resaltan que entre los beneficios de beber agua también están aliviar la fatiga, evitar el dolor de cabeza y las migrañas, ayudar en la digestión y evitar el estreñimiento, ayudar a mantener la piel, regular la temperatura del cuerpo, reducir el riesgo de cáncer, mejorar el sistema inmunológico y reducir el riesgo de problemas cardíacos.

Por el contrario, si se supera el consumo de agua adecuado, puede resultar perjudicial, pues se puede generar una dilución de sodio en la sangre, lo que puede llevar a una inflamación del cerebro y en los pulmones, así como a problemas cardíacos.

Lo anterior significa que beber mucha agua genera un descenso súbito de los niveles de sodio, por lo que las sales se disuelven en mayor cantidad de líquido, este penetra en las células y aumentan su tamaño. Ante tal situación, el cuerpo empezará a tener problemas para expulsar el agua sobrante y el sistema urinario retendrá más líquido del habitual.