En los vastos registros de las consultas médicas, el dolor de cuello y espalda son dos de las complicaciones que con mayor frecuencia son aquejadas por los usuarios. La ventaja es acudir ante el mínimo dolor para evitar afectaciones severas en el futuro.
El manual MSD realizado por profesionales de la salud sostiene que al hablar de dolores de cuello y espalda se hace referencia a los motivos de consulta con mayor frecuencia de corte muscular, sin contar fracturas, luxaciones o subluxaciones. Dependiendo de la causa, la dolencia puede estar acompañada de síntomas neurológicos.
Cuando corresponde a una causa nerviosa, el dolor se dirige en dirección distal a lo largo de la raíz del problema. Esta condición se conoce como dolor radicular y está relacionado con la debilidad de fuerza, sensibilidad y afectación en los reflejos de la zona inervada de la complicación. En pocas palabras, el dolor aparece en una zona específica, pero se siente en una parte alejada al epicentro.
En cambio, cuando corresponde a una afectación a la médula espinal, el dolor será directamente en la raíz y a medida que aumente, se irá expandiendo a las zonas aledañas. Igual que el caso anterior, puede alterarse en la fuerza, sensibilidad y reflejos. De igual modo, puede causar espasmos de reflejos en los músculos paraespinales.
Por otro lado, cuando el dolor afecta la cola de caballo, el cual no es más que una afectación en la parte lumbar, implica un déficit segmentario en la región conocida como lumbosacra. De las tres clases, es la única que tiene incidencia directa en complicaciones en la función intestinal y vesical, pérdida de sensibilidad perineal, disfunción eréctil, pérdida de tono rectal y reflejos esfinterianos.
Los expertos sostienen que la mayoría de los casos relacionados al cuello y espalda son afectaciones de carácter medular, especialmente porque se originan en los músculos. Los ramos dorsales del nervio espinal y los músculos son las partes que internamente se ven afectadas.
Aparte de esto, otra causa son las distensiones musculares, las cuales afectan la columna vertebral y lumbar. Entre otras causas de los dolores de cuello y espalda son la fibromialgia, afecciones extraespinales o herpes.
Con respecto a los hábitos que llevan a estas complicaciones, los expertos de Mayo Clinic señalan que las principales son:
- Uso excesivo, actividad agotadora o uso incorrecto como, por ejemplo, levantar objetos pesados o de forma repetitiva.
- Infecciones.
- Degeneración de las vértebras como consecuencia de la tensión entre los músculos y ligamentos que sostienen la columna vertebral.
- Crecimiento anormal de tumores.
- Obesidad.
- Falta de tonicidad muscular.
- Esguince o torcedura.
- Desgarros.
- Artritis.
- Discos que se han salido o herniado.
- Osteoporosis.
- Anomalías congénitas.
- Problemas abdominales.
Si los dolores no se tratan de la mano con un especialista, estas complicaciones pueden conllevar a problemas relacionadas de salud, tales como dolor cervical crónico, estenosis espinal cervical, espondilosis cervical o hernia discal. Igualmente, si la raíz del problema responde a una complicación (como osteoporosis o anomalías congénitas), éstas tenderán a aumentar en mayor medida su daño.
Finalmente, el manual MSD explica que los tratamientos que se realizan para combatir estas dolencias son:
- Uso de analgésicos.
- Estabilización lumbar y ejercicio constante.
- Intercalación de calor y frío en el centro del problema.
- Modificación de la actividad física con descanso (realizar alguna actividad física cada 48 horas).
- Confrontación.
- Corticosteroides (una inyección que se coloca en la articulación afectada).
- Relajantes musculares.
- Reposo e inmovilización.
- Manipulación espinal.