“Beber demasiado alcohol puede ser perjudicial para su salud”, advierte la División de Salud de la Población, del Centro Nacional para la Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de Estados Unidos. Una advertencia que no solo hace este centro sino todas las entidades adscritas al sector salud y las diferentes compañías de la industria licorera a nivel mundial.

“La mayoría de las personas que consumen alcohol en exceso no son alcohólicas ni tienen dependencia al alcohol”, precisa la División de Salud de la Población. | Foto: Getty Image

La División explica que en el caso estadounidense, al año el consumo excesivo de alcohol causa más de 95.000 muertes, así como también acorta cerca de 29 años la vida de las personas que fallecen. Sumado a lo anterior, el consumo de alcohol en exceso fue el responsable de una de cada diez muertes de adultos en edad laboral de entre 20 y 64 años. Las últimas cifras que se tienen sobre el costo económico del consumo excesivo de alcohol son del 2010, cuando se estimó que el costo era de US$249.000 millones o US$ 2,05 por bebida.

Además, señala que, en Estados Unidos, un trago promedio contiene 0,6 onzas (14 gramos o 1,2 cucharadas) de alcohol puro. Por lo general, esta cantidad de alcohol puro se encuentra en lo siguiente: 12 onzas de cerveza (con 5 % de contenido de alcohol); 8 onzas de licor de malta (con 7 % de contenido de alcohol); 5 onzas de vino (con 12 % de contenido de alcohol); y 1.5 onzas de licor destilado de 80 grados (con 40 % de contenido de alcohol), como el ginebra, el ron, el vodka o el whisky.

El atracón de alcohol, beber demasiado y cualquier tipo de consumo de alcohol por parte de los menores de 21 años o las mujeres embarazadas es definido como beber en exceso. La entidad, que hace parte de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) señala que el atracón de alcohol es la forma más común de consumo de alcohol en exceso, cobija a las mujeres que beben cuatro o más tragos en una misma ocasión o a los hombres que ingieren cinco o más tragos en una ocasión. Se habla de beber demasiado alcohol cuando las mujeres ingieren ocho tragos o más a la semana y los hombre 15 tragos o más.

“La mayoría de las personas que consumen alcohol en exceso no son alcohólicas ni tienen dependencia del alcohol”, precisa la División de Salud de la Población.

Así como hay números que definen a las personas que beben alcohol en exceso, también hay cifras para aquellos que beben con moderación. En el caso de las mujeres es la ingesta de un trago o menos al día y dos tragos o menos en el caso de los hombres.

Las personas menores de 21 años; las mujeres embarazadas o que podrían estar embarazadas; las personas que están manejando, planeando manejar o participando en otras actividades que requieran destreza, coordinación y estar alerta; las personas que están tomado medicamentos recetados o sin receta médica que pueden causar reacciones adversas si se mezclan con el alcohol; las personas que sufren afecciones que pueden empeorar si se consume alcohol; y las personas que se están recuperando del alcoholismo o que no pueden controlar la cantidad que beben no deberían consumir ninguna cantidad de alcohol, según la entidad.

El consumo excesivo de alcohol representa riesgos para la salud tanto a corto como a largo plazo. El primero se refiere a los efectos inmediatos que puede tener, que aumentan el riesgo de diferentes consecuencias dañinas para la salud.

En palabras de la División de Salud de la Población, estos son los riesgos a corto plazo:

  • Lesiones: por choques de vehículos automotores, caídas, ahogamientos y quemaduras, entre otros.
  • Violencia: como homicidios, suicidios, agresión sexual y violencia doméstica con parejas sexuales, entre otros.
  • Intoxicación por alcohol: una emergencia médica que es ocasionada por niveles altos de alcohol en la sangre.
  • Comportamientos sexuales riesgosos: como tener relaciones sexuales sin protección o con múltiples parejas. Estos comportamientos pueden ocasionar embarazos no planeados o enfermedades de transmisión sexual, como el VIH.

Los abortos espontáneos, la muerte fetal o los trastornos del espectro alcohólico fetal en las mujeres embarazadas y los bebés también hacen parte de los riesgos que tiene el consumo excesivo de alcohol a corto plazo.

En el caso de los riesgos que tiene para la salud a largo plazo, explica que el consumo en exceso de alcohol puede provocar el desarrollo de enfermedades crónicas y otros problemas.

Alta presión arterial, enfermedad cardiaca, accidentes cerebrovasculares, enfermedad del hígado y problemas digestivos; cáncer de mama, boca, garganta, laringe, esófago, hígado, colon y recto; problemas de aprendizaje y memoria, como demencia y bajo rendimiento escolar; problemas de salud mental, como depresión y ansiedad; problemas familiares, problemas relacionados con el trabajo y desempleo; y la dependencia al alcohol o alcoholismo son las afecciones que hacen parte del listado.