La hipertensión pulmonar es un padecimiento poco común que puede llegar a desembocar en enfermedades mortales para aquellos que la padecen. Según explica la Clínica Universidad de Navarra, “es una situación patológica en la que las presiones de la circulación pulmonar (arterias pulmonares) están elevadas”.

Así entonces, expresa que el problema de esta presión está en que pone mucha tensión en el ventrículo derecho del corazón, lo que provocaría que este también aumente de tamaño. La Biblioteca Nacional de Estados Unidos, en su portal MedLine Plus, agrega que estos vasos sanguíneos, los cuales transportan la sangre directamente del órgano mencionado a los pulmones, pueden llegar a estrecharse y a endurecer, lo que también sería una complicación de la presión alta, ya que esta situación provoca insuficiencia cardiaca.

Una de las incógnitas importantes que tienen las personas que sufren de este padecimiento es el por qué se estrechan las arterias pulmonares, ante esto, la organización Cleveland Clinic afirma que aunque todavía no se tiene una causa totalmente determinada, parece tener origen en las células de las los vasos sanguíneos de los pulmones.

“Los científicos creen que el proceso comienza con una lesión a la capa de células que cubren los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones. Esta lesión, que ocurre por causas desconocidas, puede causar cambios en la manera en la que estas células se relacionan con las células del músculo liso en las paredes del vaso sanguíneo. Como resultado, el músculo liso se contrae más de lo normal y estrecha el vaso sanguíneo”, explicó la organización estadounidense.

Esta enfermedad presenta diferentes tipos de síntomas, pero uno de los más característicos es fatiga, para el caso de la hipertensión pulmonar, es la fatiga crónica. Según la organización Hipertensión Pulmonar Argentina, una sensación de muy grande agotamiento, así como la imposibilidad para tener un buen descanso y los trastornos de concentración, podrían ser un signo de que se padece este tipo de fatiga, que sería el resultado de este tipo de hipertensión.

Además de los anteriores, la organización también aseveró que la fatiga crónica estaba relacionada con trastornos del equilibrio, este estaría relacionado con una disminución del flujo sanguíneo cerebral, y como último padecimiento, están los dolores constantes en la cabeza, en las articulaciones y en algunos músculos.

Entre tanto, Hipertensión Pulmonar Argentina, afirma que para aquellas personas que sufren de fatiga crónica, relacionada con la enfermedad, también pueden presentar problemas emocionales y mentales, además de estrés por el estar físicamente agotados en todo momento y no poder realizar actividades normales de rutina.

Respecto a esto, MedLine Plus agrega que actividades como subir los escalones puede ser una tortura para los pacientes con este diagnóstico, y que a medida que la enfermedad avanza, la actividad física también se complica. Otros de los síntomas de este padecimiento son el dolor en el pecho, el ritmo cardiaco acelerado, la falta de apetito y el dolor en la parte superior derecha del abdomen.

Para la Clínica Universidad de Navarra, las personas con hipertensión pulmonar pueden llegar a sufrir de síncopes, “una pérdida brusca y temporal de la conciencia y del tono postural, de duración breve y con recuperación espontánea. El síncope se produce por una disminución transitoria del flujo sanguíneo al cerebro”, según define este síntoma el grupo de Educación en Salud para la Ciudadanía de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).

Esta enfermedad, dependiendo el nivel de gravedad, explica la institución académica, puede llegar a ser tratada con medicamentos bajo la supervisión de un médico especializado, sin embargo, en casos muy graves se debería considerar un trasplante de pulmón.