Los pistachos constituyen un alimento muy calórico. Son una buena fuente de proteína vegetal, lípidos y muy ricos en hidratos de carbono. Estos frutos poseen también un alto contenido en grasas insaturadas, sobre todo monoinsaturadas; predomina el ácido oleico, que ayuda a reducir el nivel de colesterol total, colesterol LDL (malo) y triglicéridos, así como la tensión arterial.

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, los pistachos no contienen colesterol y poseen bajos niveles de grasa saturada. Estas propiedades ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, beneficio en el que también participan sus contenidos en vitaminas E, ácido fólico y fitoesteroles.

Con respecto a los minerales, poseen cantidades considerables de fósforo y potasio, por lo que se recomiendan para mejorar la salud mental y potenciar las capacidades intelectuales. El fósforo también ayuda a fortalecer los huesos, y el potasio a mejorar el rendimiento de los músculos, previniendo los calambres y tirones durante la actividad deportiva.

Otros contenidos importantes de minerales son los de magnesio, hierro, calcio y zinc, los cuales, al igual que en la mayoría de los frutos secos, influyen en la buena salud del aparato reproductor.

Los pistachos también son un alimento ideal para la belleza de la piel, ya que proporciona generosas cantidades de vitamina A que, como la E, previene el envejecimiento y fortalece, con la ayuda de sus lípidos, las células de la epidermis.

Por las capacidades nutricionales mencionadas, varias personas suelen agregar los pistachos a su dieta para mantener una alimentación balanceada. Sin embargo, se suelen cometer errores a la hora de su consumo.

Por lo anterior, el portal Mundo-Geo explica algunas rutinas que deben evitarse para lograr aprovechar las ventajas de los pistachos:

1. Tomarlos antes de acostarse: debido a que dan mucha energía al cuerpo, no son recomendados para comer antes de dormir. Se aconseja su ingesta a media mañana o a media tarde para aprovechar sus valores nutricionales.

2. Consumirlos salados: debido a que poseen grandes cantidades de sodio, se aconseja no añadirles sal, pues su exceso puede provocar hipertensión o retención de líquidos.

3. Abrir la bolsa y no parar: es importante la moderación a la hora de comerlos. Los expertos aconsejan que solo se consuman 49 pistachos diarios, de este modo, se controlará el peso por la sensación de saciedad que producen.

4. No comer antes de practicar deporte: “por su aporte de hierro, vitamina B6, potasio y proteína completa de origen vegetal, es preferible comer pistachos después de hacer deporte”, explica el medio. Comerlos de esta forma ayudará a recuperar la energía perdida y a tonificar la musculatura.

5. Tostarlos: al pasarlos por la sartén es probable que pierdan varias de sus propiedades, por lo que es mejor no hacerlo para que el organismo logre absorber todos los nutrientes que trae este producto.

Cabe destacar que nuevas investigaciones revelan que este producto es el “refrigerio ideal” para ayudarnos a mantener un peso bajo.

Consumir pistachos entre comidas, dicen los científicos de la Universidad del Este de Illinois, Estados Unidos, ayuda a reducir la ingesta de calorías y comer menos. Además, si los pistachos tienen cáscara, el alimento tendrá un efecto psicológico que hará sentir el cuerpo lleno.

A pesar de lo anterior, es necesario consultar con un especialista antes de agregarlos a la dieta, así que no se verán afectadas enfermedades preexistentes.