El orégano es una planta de color verde oliva de origen mediterráneo, aunque en la actualidad crece en la mayoría de los continentes y bajos diversas condiciones. Los países conocidos por producir aceites esenciales de orégano de alta calidad son Grecia, Israel y Turquía.
De acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, el aceite de orégano se aplica sobre la piel para problemas cutáneos como el acné, el pie de atleta, la caspa, el afta, las verrugas, las heridas, la tiña, la rosácea y la psoriasis.
Esta planta tiene varios beneficios para la salud y uno de ellos es que posee un ingrediente activo conocido como carvacrol que podría ayudar a disminuir la presión arterial alta. Sin embargo, aún no hay evidencia científica que corrobore los resultados de su uso para el control de esta enfermedad.
No obstante, se trata de una especia que contiene potasio, el cual también ayuda en el control de la hipertensión.
Aunque en la mayoría de adultos sanos su consumo no supone un problema, según el portal Mejor con Salud, debe evitarse en caso de embarazo y lactancia. De acuerdo con el mismo portal especializado, el orégano se ingiere para los trastornos del tracto respiratorio como la tos, la congestión, las alergias y la bronquitis. Se ingiere también para los trastornos estomacales tales como la acidez y la hinchazón y los parásitos.
Esta planta también se puede ingerir en infusión como té para aliviar los cólicos menstruales dolorosos, los dolores de cabeza , el sangrado después de la extracción de una muela.
Infusión de orégano para la congestión
Preparación:
- Poner agua a hervir.
- Agregar varias hojas de orégano a la olla.
- Cuando el agua hierva, apagar el fuego.
- Con mucho cuidado, inhalar profundo el vapor emitido por la infusión de orégano. Inhalar y exhalar. Esto se debe repetir varias veces para respirar mejor.
Estas son las cinco razones por las cuales es bueno consumir orégano
De acuerdo con el portal web La Vanguardia, el orégano contiene vitaminas A, C, E y K, así como fibra, folato, hierro, magnesio, vitamina B6, calcio y potasio. Además, este condimento, que algunas veces se denomina mejorana, contiene potentes fitoquímicos que lo hacen ideal para combatir catarros, dolores de garganta, infecciones virales y otras afecciones.
Por lo anterior, la revista Muy Interesante ha listado cinco principales beneficios que ofrece este ingrediente para la salud:
- Lucha contra las bacterias: el orégano es un excelente aliado contra la actividad microbiana. Por ejemplo, el aceite de orégano contiene un compuesto esencial denominado carvacol, que lo hace un potente antimicrobiano. Además de ello, sus propiedades son tan intensas que incluso puede aniquilar al Staphylococcus aureus, resistente a la meticilina ya otros antibióticos.
- Anticancerígena: de acuerdo con un grupo de biólogos de la Universidad de los Emiratos Árabes Unidos, explican en la revista Plos One que la actividad anticancerígena del orégano se da porque fomenta la detención del ciclo celular y promueve la apoptosis, es decir, el suicidio de las células de cáncer.
- Tienen gran poder antiinflamatorio: según científicos de la Universidad de Bonn, Alemania y la ETH de Zurich, Suiza, detallaron que un ingrediente activo del orégano es el becariofilina, que puede ser útil contra los trastornos que se presentan en los huesos y las articulares. De este modo, este condimento ayuda a combatir enfermedades degenerativas como la osteoporosis y la arteriosclerosis.
Aceite esencial de orégano
Este producto debe ser utilizado de forma tópica para tratar los problemas de la piel. Solamente se debe diluir una gota de aceite esencial de orégano en cinco mililitros de aceite base que puede ser de coco o de oliva, con el fin de disminuir el riesgo de irritación.
Cabe mencionar que el uso de este ingrediente debe ser consultado por un médico para evitar contraindicaciones. Adicionalmente, Tua Saúde recuerda que las mujeres embarazadas pueden consumir el orégano seco o fresco, pero el aceite esencial está contraindicado durante esta está, en la lactancia y en niños menores de 12 años de edad.