El ser humano tiene a la mano distintas alternativas naturales que pueden beneficiar de una u otra forma al cuerpo y al organismo. En el día a día se pueden hallar alimentos, hierbas o semillas que poco a poco contribuyen para solucionar temas que aparecen en la salud.
En la larga lista de productos naturales destacan las plantas medicinales, las cuales se han convertido en una buena opción para ayudar a mejorar los procesos circulatorios, que tantas complicaciones pueden generarle al organismo. Adicional a esto, generan una acción efectiva si se implementan en las rutinas y hábitos diarios.
Un ejemplo de esto es la centella asiática, que se puede utilizar de difernetes formas para tratar temas complejos y duros relacionados con la sangre. Según la editorial académica Elsevier, esta es una planta que las medicinas tradicionales asiáticas y africanas llevan utilizando hace miles de años con fines terapéuticos, por sus propiedades cicatrizantes, analgésicas, antimicrobianas, digestivas y antivirales.
La centella asiática es una planta que es implementada en diversos momentos para tratar enfermedades de la piel, tal y como es el caso de la lepra, la dermatitis, las quemaduras y las heridas que aparecen. Este producto es funcional para otros espacios y enfoques, como lo son la circulación en la sangre, la ansiedad y el cansancio, según reseñó Tua Saúde.
De igual manera, este producto destaca por tres efectos positivos en el organismo, los cuales se adquieren de varias maneras:
Reduce la inflamación en el cuerpo
De acuerdo con lo que menciona el portal Tua Saúde, esta planta tiene un efecto de antiinflamatorio, antioxidante y bactericida, utilizándose en la medicina traidiconal para manejar asuntos con enfermedades imflamatorias como el lupus y la artritis reaumatoide.
Este producto se puede implementar en preparaciones y productos como cremas, aplicándola en la piel durante 3 u 8 semanas para disminuir las lesiones de la psoriasis.
Previene el cáncer
De acuerdo con el portal, la vitamina C y los antioxidantes que posee esta planta protegen a las células de los daños de los radicales libres, previniendo diversos tipos de cáncer que pueden darse en el organismo. El espacio agregó que estudios sugieren que el uso de este producto puede ser beneficioso para algunos tipos de cáncer, teniendo en cuenta que tiene compuestos como el ácido asiático y asiaticosídeoo.
Ayudar a mejorar la circulación
La centella asiática fortalece las venas, promoviendo la mejoría de las varices y hemorroides, además de disminuir las sensaciones de cansancio, inflamación, calambres y adormecimiento, según Tua Saúde. Este producto natural ayuda a prevenir enfermedades graves y cardiovasculares, como la presión alta, los infartos y los derrames.
De igual forma, también conocida como Gotu Kola, esta hierba es rica en flavonoides, carotenoides, vitamina C y B. Al ser fuente de flavonoides, brinda antioxidantes que ayudan a proteger los distintos órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo, el circulatorio, según publicación de la revista Mejor con Salud, escrita por Ekhiñe Graell.
La citada fuente asegura que hay estudios que han demostrado que el consumo regular de centella asiática puede ayudar a prevenir la pérdida de elasticidad de los vasos sanguíneos, reducir los problemas inflamatorios y, en general, mejorar la circulación sanguínea.
¿Cuáles son los síntomas de mala circulación en la sangre?
Información del portal Tua Saúde indica que es importante identificar la causa de la mala circulación, así como los síntomas que están presentes y la frecuencia con la que se manifiestan, ya que de esta forma es posible que el cardiólogo o médico general indique el tratamiento adecuado para ayudar a aliviar los síntomas.
Los principales síntomas que puede experimentar una persona cuando su circulación no está bien son los siguientes:
- Piel fría, seca o escamosa.
- Comezón en las piernas.
- Manchas rojas en las piernas.
- Presencia de pequeños vasos o varices.
- Tobillos y pies hinchados.
- Coloración pálida o azulada en las zonas de mala circulación.
- Calambres en las piernas.
- Sensación de hormigueo, pinchazos o adormecimiento en las piernas.
- Ausencia de vellos en las piernas.
- Grietas en los talones.