Los cálculos renales (también llamados nefrolitiasis o urolitiasis) son depósitos duros hechos de minerales y sales que se forman dentro de los riñones, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indicó en su portal web que una piedra o un cálculo renal puede ser tan pequeña como un grano de arena o tan grande como una perla, y la mayoría de las piedras renales se eliminan del cuerpo sin ayuda médica, pero algunas veces una piedra no es fácil de eliminar.
“Expulsar los cálculos renales puede ser bastante doloroso, aunque, normalmente, los cálculos no producen daños permanentes si se detectan oportunamente”, señaló la entidad sin ánimo de lucro.
Asimismo, la entidad sin ánimo de lucro explicó que algunos factores de riesgo son los antecedentes familiares o personales; la deshidratación; consumir alimentos con grandes niveles de proteínas, sodio (sal) y azúcar; la obesidad; la cirugía de baipás gástrico; la enfermedad intestinal inflamatoria o la diarrea crónica; otras afecciones médicas como la acidosis tubular renal; la cistinuria; el hiperparatiroidismo y las infecciones recurrentes de las vías urinarias y ciertos suplementos y medicamentos, como la vitamina C; los suplementos alimentarios; los laxantes (cuando se usan en exceso); los antiácidos a base de calcio y ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o la depresión.
Adicional, Mayo Clinic explicó que existen cuatro tipos de cálculos:
- Cálculos de calcio. La mayoría de los cálculos renales son de calcio, suelen producirse en forma de oxalato de calcio. El oxalato es una sustancia que produce el hígado diariamente o que se obtiene en la alimentación. Ciertas frutas y verduras, así como los frutos secos y el chocolate, tienen un alto contenido de oxalato. Los factores alimenticios, las altas dosis de vitamina D, la cirugía de baipás intestinal y varios trastornos metabólicos pueden aumentar la concentración de calcio u oxalato en la orina. Los cálculos de calcio también se pueden producir en forma de fosfato de calcio. Este tipo de cálculo es más común en trastornos metabólicos, como la acidosis tubular renal. También puede estar asociado con ciertos medicamentos utilizados para tratar las migrañas o las convulsiones, como el topiramato (Topamax, Trokendi XR, Qudexy XR).
- Cálculos de estruvita. Los cálculos de estruvita se forman a partir de una infección de las vías urinarias. Estos cálculos pueden crecer rápidamente y volverse bastante grandes, a veces, con muy pocos síntomas o pequeñas advertencias.
- Cálculos de ácido úrico. Los cálculos de ácido úrico se pueden formar en personas que pierden demasiado líquido debido a la diarrea crónica o a la malabsorción, en aquellos que llevan una dieta rica en proteínas y en aquellos con diabetes o síndrome metabólico. Ciertos factores genéticos también pueden aumentar el riesgo de presentar cálculos de ácido úrico.
- Cálculos de cistina. Estos cálculos se forman en personas con un trastorno hereditario llamado cistinuria que hace que los riñones excreten un aminoácido específico en grandes cantidades.
Dicho lo anterior, los siguientes signos pueden indicar la existencia de cálculos renales que necesitan atención médica:
- Dolor extremo en la espalda o un costado que no desaparece.
- Sangre en la orina.
- Fiebre y escalofríos.
- Vómitos.
- Orina con mal olor o con apariencia turbia.
Así las cosas, el portal de la estación MVS Noticia reveló que algunas plantas medicinales que ayudan a eliminar los cálculos renales son la menta y la cola de caballo por sus propiedades diuréticas antioxidantes y antiinflamatorias.
De todos modos, antes de consumir alguna planta medicinal, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.