La pérdida del cabello es una afección que puede ser temporal o permanente y darse como resultado de cambios hormonales, afecciones médicas o como consecuencia normal del envejecimiento.
Las causas más comunes de caída del pelo (calvicie) son el factor hereditario junto con la edad. Una de las principales señales que ponen en evidencia esta situación es la pérdida gradual en la parte superior de la cabeza, lo cual se da a medida que las personas envejecen.
Situaciones emocionales y físicas también inciden en la caída del cabello. Es posible que se caigan mechones al peinarlo o lavarlo. Este tipo de pérdida suele causar un adelgazamiento del pelo, pero normalmente es un problema temporal.
El cabello, dicen especialistas del instituto de investigación Mayo Clinic, también se cae por algunos trastornos y tratamientos médicos como la quimioterapia. En estos casos, por lo general, vuelve a crecer.
Medicina natural
Si bien existen muchos tratamientos comerciales para hacerle frente a este padecimiento, también hay opciones naturales que ayudan a frenarlo. Por ejemplo, estas son algunas plantas que, por sus propiedades, aportarían en la solución del problema.
Aloe vera: Ofrece nutrientes para el cuero cabelludo gracias a que contiene aminoácidos, vitaminas y minerales. De igual forma, favorece la irrigación sanguínea que necesitan los folículos capilares, lo que hace que el cabello crezca correctamente y se frene su caída, indican expertos de la marca Garnier, en su página web.
Adicionalmente, proporciona limpieza debido a que penetra con facilidad la piel del cuero cabelludo y conduce todas las impurezas y las grasas que se acumulan en los folículos hacia la superficie exterior, por lo que ayuda a limpiar y regenerar los tejidos.
Para utilizarla se puede machacar un trozo de una de sus pencas hasta obtener su jugo. Se mezcla con agua tibia y se masajea el cuero cabelludo durante unos minutos. Se deja actuar una hora y se enjuaga con agua.
Rúcula: El extracto de rúcula contribuye al crecimiento del cabello estimulando el folículo piloso. Se puede preparar una infusión con sus hojas y cuando esté tibia aplicarla en el cabello después del lavado.
Alfalfa: Según el portal Panoramaweb esta planta tiene un alto contenido de proteínas, vitaminas y sílice, que contribuyen en el fortalecimiento y crecimiento del pelo. Para usarla, se prepara una infusión y cuando esté fría, se aplica sobre el cabello; se deja reposar por 20 minutos y luego se enjuaga con agua tibia.
Nogal: Las nueces de esta planta, gracias a su alto contenido en L-arginina, son grandes aliadas para combatir y prevenir la caída del cabello. Este aminoácido favorece el flujo sanguíneo, incrementando la salud de las paredes de las arterias, lo cual es esencial para la estimulación del cuero cabelludo. Se puede preparar infusión con sus hojas y aplicarla en el cuero cabelludo a manera de loción realizando masajes.
Ortiga: Con las hojas de esta planta se elabora un tónico capilar casero haciendo una infusión, la cual se puede aplicar después del baño en el cuero cabelludo. Un artículo de la revista Vogue, asegura que esta planta es una fuente importante de vitaminas y minerales para el cabello, entre ellas, la B5, C y D. En la lista de minerales destacan el hierro, calcio, sílice, azufre, potasio y manganeso, que ayudan a que el pelo esté más limpio, se vea más fuerte y con más brillo.
Romero: Se dice que esta planta mejora la circulación en el cuero cabelludo y detiene la caída del cabello o, por lo menos, la reduce. De acuerdo con el portal Cuerpo Mente, se puede preparar una infusión con sus hojas y utilizarla a diario realizando masajes en el cuero cabelludo.
Ginkgo biloba: Las hojas de este árbol estimulan la microcirculación del cuero cabelludo, favoreciendo el aporte de nutrientes al pelo, ayudando a frenar la caída y estimulando su crecimiento. Una de las formas de aprovechar sus beneficios es preparar una infusión y tomarla en varios momentos del día.