En el prólogo del documento sobre el año internacional de las frutas y verduras 2021, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) explica que “cuando pensamos en una alimentación saludable, los primeros alimentos que nos vienen a la mente son las frutas y las verduras coloridas y ricas en vitaminas, minerales y fibras, que son vitales para el buen funcionamiento del cuerpo humano. Los beneficios de consumir frutas y verduras como parte de una dieta nutritiva son enormes”.
Por eso, la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en la importancia del consumo de frutas en la alimentación diaria y explica que lo recomendable es mínimo 400 gramos, que equivalen a cinco porciones, de frutas y hortalizas al día, con la excepción de papas y otros tubérculos feculentos.
Sin embargo, previo al momento de comer estas frutas se han realizado otros procesos, como ir al mercado, elegir la fruta, transportarla hasta la casa y servirla. Durante esto es importante la inocuidad de los alimentos, la cual puede definirse como “el conjunto de condiciones y medidas necesarias durante la producción, almacenamiento, distribución y preparación de alimentos para asegurar que una vez ingeridos, no representen un riesgo para la salud”.
Las cifras por enfermedades relacionadas con contaminación de los alimentos cada vez es mayor. De acuerdo con la OMS, se estima que anualmente se enferman alrededor de 600 millones de personas en el mundo, lo que significa casi 1 de cada 10 habitantes. Asimismo, se estima que 420.000 mueren por esta misma causa.
Además de significar graves pérdidas de vidas humanas, también representan daños económicos, pues “se pierden US$ 110 000 millones en productividad y gastos médicos a causa de los alimentos insalubres en los países de ingresos bajos y medianos”, detalla la OMS.
Frutas cortadas
La Organización de Consumidores y Usuarios de España señala que generalmente la fruta cortada está en refrigeradores en los supermercados y otros tipos de comercio. Sin embargo, en algunos casos pueden no estar en estas condiciones y hay un mayor riesgo para la salud.
“La fruta una vez cortada presenta un mayor riesgo de contaminación, por la propia manipulación (higiene del cuchillo, tabla de cortar…) y porque en el proceso de corte y preparación la pulpa de la fruta, la parte comestible, que hasta ese momento está protegida por la piel o la cáscara, queda expuesta al aire y a agentes externos”, explica esta organización.
Las condiciones de conservación de las frutas cortadas a la mitad son un factor importante para evitar riesgos en la salud de las personas luego de su consumo. Por eso, la OCU recomienda “Recurrir a las frutas por mitades es una alternativa sostenible. Y si se cumplen las condiciones tanto en el supermercado como después en los hogares y se respetan las recomendaciones de conservación y consumo, también puede ser perfectamente segura”.
La OCU también brinda algunas pautas para quienes compran este tipo de frutas:
- Elegir frutas que no estén muy maduras.
- Evitar el menor tiempo posible entre el momento de la compra de la fruta y la refrigeración del alimento en la nevera de la casa.
- Se debe tener mucho cuidado con las condiciones de refrigeración, lo ideal es que apenas se llegue a la casa se guarden en la nevera hasta que se vayan a consumir. En caso de que no se consuma completa, igualmente volver a conservar en la nevera, tapándola con papel vinipel o con una tapa para evitar la contaminación.
- Antes de cortar la fruta, lavarse muy bien las manos, al igual que los utensilios de la cocina. Esto es muy importante para evitar la contaminación cruzada.