El término grasas acumuladas hace referencia a toda la grasa corporal que todas las personas tienen en determinadas partes del cuerpo, ya sea por la genética, el sexo o algunos hábitos malos que se emplean en el estilo de vida.

La grasa es la forma en la que organismo guarda energía, aunque muchos lo asocian como algo negativo, cosa que no es así, pues el cuerpo necesita ciertos tipos de grasa para los procesos que van relacionados con el metabolismo y el mantenimiento de los niveles hormonales.

Imagen de referencia. | Foto: Getty images

No obstante, dicha acumulación, de ser excesiva, puede ser perjudicial. Según un artículo publicado por el The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism, algunas de las causas que afectan la distribución de la grasa corporal son:

  • La ingesta de alcohol.
  • El consumo de cigarrillos.
  • Haber tenido obesidad infantil.
  • Factores genéticos.
  • Una distribución irregular asociada con un perfil metabólico anormal.
  • Mala alimentación y sedentarismo.

Cabe mencionar que el porcentaje de grasa de la mujer se encuentra entre el 21 % y el 36 %, esto por los efectos del estrógeno que la prepara para un posible embarazo, mientras que en el hombre oscila entre el 8 % y 24 %, de acuerdo a la edad.

La grasa acumulada en las mujeres se da por los estrógenos. | Foto: Libre de derechos

En el momento que el cuerpo almacena la grasa tiene en cuenta tres factores; la genética, el estado hormonal y la disposición de adipocitos. En el caso de las mujeres, los estrógenos predisponen a la acumulación en la zona de la cadera y de la parte superior del muslo, pues los adipocitos se concentran ahí.

Por consecuencia, es difícil deshacerse de la grasa localizada si no es a través de tratamientos invasivos, es decir, con la dieta equilibrada, el ejercicio y una correcta hidratación. Pero para ver sus resultados debe ser de manera constante durante un buen tiempo, pues ellos no se ven de la noche a la mañana.

El orden de las comidas es importante para mantener los niveles adecuados del azúcar en la sangre. Foto: Getty Images. | Foto: RossHelen

Otra forma de controlar el peso puede ser asegurándose de que se está comiendo porciones adecuadas. A veces, el ser humano come más de lo que necesita sin darse cuenta.

Para controlar las porciones que se consumen, se pueden usar tazas y platos más pequeños o medir las porciones con tazas y cucharas medidoras.

También se puede dividir algunas comidas en porciones más pequeñas y comer cada 2-3 horas en lugar de comer 3 comidas grandes al día, según Medline Plus.

Sin embargo, esto no significa que se pierda grasa solo las caderas, sino en todo el cuerpo. Por su parte, los adipocitos, también conocidos como la grasa que genera energía, no se eliminan, sino que reducen su tamaño.