Mantener el peso equilibrado es más que un desafío para muchas personas, quienes, por más que lo intentan, deben ponderar múltiples actividades al día como el trabajo, estudio y cuidado de los hijos. Pero aun cuando no son pocas las tareas a realizar, los especialistas sugieren organizar los tiempos para no descuidar el organismo.
Una óptima salud está mediada tanto por los alimentos como por la actividad física. Si, por ejemplo, la persona trabaja desde su casa puede que sea más proclive al sedentarismo y, con mayor razón, es elemental una transformación en su estilo de vida para evitar consecuencias ‘indeseadas’ tanto a mediano como largo plazo.
Para algunos individuos la prioridad está más en bajar de peso y en busca de ese fin, suelen apelar a diferentes consejos sin evaluar a conciencia las ventajas o perjuicios para la salud. En ese sentido, no siempre las recomendaciones funcionan en todos los cuerpos, pues son varios los factores que intervienen para los resultados esperados.
¿Por qué la dieta puede no ser suficiente?
Una de las razones por las cuales una persona ve efectos más tardíos cuando implementa alguna dieta, en comparación con otros, está determinada por el ejercicio. Si la cantidad dedicada por un individuo es inferior o mayor, los resultados serán proporcionales en cada caso.
UnComo añade otra serie de condicionantes ligados a la alimentación. Si no se respetan los horarios para comer, difícilmente el cuerpo se empezará a ‘regular’; es por ello que (independientemente de las ocupaciones cotidianas), tanto lo que se ingiere como los horarios son, en la práctica, trascendentales.
Otra razón que podría resultar ‘frustrante’ cuando se hacen dietas es omitir la merienda entre comidas y limitarse al desayuno, almuerzo y cena. Aquí cabe resaltar que no se trata de aumentar las porciones o número de veces a comer, pero sí no ‘saltarse’ las meriendas (lo recomendable es que estas sean ligeras).
Importancia de las meriendas
Psicología y Mente dice que el omitir estos alimentos limita los nutrientes que llegan a la sangre, además de privar al cuerpo de otros beneficios. Además, no es ‘extraño’ que su olvido detone una sensación de más hambre cuando se aproximan los platos principales y, en consecuencia, se corra el riesgo de aumentar las porciones hasta quedar satisfecho.
Ese portal hace algunas sugerencias para la tarde como el yogur con almendras por la unión de carbohidratos, proteínas y grasas sanas que tiene. Las almendras se pueden reemplazar por trozos de frutas, pero sin que su medida supere la media taza. Las barras de proteína, como snack, son otra alternativa y más cuando la persona carece de tiempo para preparar algo.
La edad y el factor hormonal para adelgazar
UnComo atribuye problemas internos como otra explicación al por qué las dietas a veces no son 100 % efectivas para bajar de peso. Aquí aparece el concepto de tiroides, cuyas hormonas facilitan, entre otras cosas, que el organismo utilice la energía y contribuye al funcionamiento correcto de órganos vitales como el corazón y el cerebro.
American Thyroid Association explica que el metabolismo figura en la regulación de estas hormonas tanto en animales como en seres humanos. Sobre el hipotiroidismo y un mayor peso, esa plataforma afirma que, en su mayoría, se debe a la “acumulación excesiva de sal y agua”.
La edad es otro punto a resaltar cuando se aborda la efectividad de las dietas. De acuerdo con unComo el metabolismo es más demorado después de los 30 años, como sucede con otros procesos en el cuerpo, por lo que no es ‘inusual’ que los resultados sean también diferentes.