La rodilla es la articulación central de los miembros inferiores, la más grande que tiene el cuerpo y, a la vez, la más vulnerable.
“Está formada por la unión de dos huesos muy importantes: el fémur y la tibia, en la porción proximal, y une el muslo y la pierna. En su interior tiene un pequeño hueso, la rótula, que se articula con la porción anterior e inferior del fémur, así como dos discos de fibrocartílago, los meniscos. Asimismo, está envuelta por una cápsula articular y ligamentos, lo que le da estabilidad”, describe Top Doctors, la plataforma española para encontrar y contactar con especialistas médicos de la sanidad privada.
Explica que los ligamentos más importantes son el ligamento lateral externo, el ligamento lateral interno, el ligamento cruzado anterior y el ligamento cruzado posterior. Sumado a lo anterior, en la rodilla se insertan músculos importantes que permiten los movimientos de flexión y extensión de la rodilla y la pierna.
En diálogo con Saber Vivir, una web de información divulgativa sobre salud, la doctora Mercè Torra, del Servicio de Rehabilitación del Hospital Universitario MútuaTerrassa (Barcelona) afirma que los crujidos sin dolor, tan comunes en las rodillas, suelen producirse cuando ocurre una diferencia de presiones en los gases que hacen parte del líquido sinovial, el cual tiene la función de lubricar las articulaciones y evitar el desgaste: “Es un proceso natural, que no tiene por qué aumentar con la edad”, asegura.
Hace énfasis en que hay personas que son más propensas a tener crujidos que otras. De acuerdo con la galena, es común que los crujidos se produzcan al mover esta articulación y forzarla un poco, porque “el movimiento provoca que esas pequeñas burbujas que contienen gas exploten, produciéndose el característico crujido”, dice.
Pero el tema de los crujidos en este miembro no va hasta ahí. Según Torra, hay ocasiones en las que estos crujidos pueden ser un síntoma de que algo sucede con las rodillas. “Debemos preocuparnos si los crujidos son frecuentes y, sobre todo, si van acompañados de dolor, bloqueo y sensación de inestabilidad”, afirma. Luxaciones, roturas de menisco y desgaste articular son algunas de las afecciones que podría estar sufriendo la rodilla cuando los crujidos vienen acompañados de dolor.
En palabras de Eduardo González, doctor en Farmacia de la Universidad de Navarra y especialista en Medicina Farmacéutica de la Universidad Complutense de Madrid, y responsable del Departamento Científico de Consumer HealthCare del laboratorio español Cinfa, los problemas mecánicos de las rodillas pueden estar provocados por:
- Un golpe o movimiento brusco: puede causar un esguince o torcedura.
- La edad: el desgaste con el paso de los años y el envejecimiento de los cartílagos es la principal causa de la artrosis, que suele empezar a desarrollarse alrededor de los cincuenta años. Además, durante la menopausia o el embarazo, el dolor articular, como el de la rodilla, es uno de los síntomas habituales.
- La obesidad: las rodillas de una persona obesa deben soportar una sobrecarga de peso que provoca un mayor desgaste de la articulación.
- Algunas enfermedades reumáticas: la artritis reumatoide y el lupus eritematoso sistémico (lupus) pueden inflamar las rodillas e, incluso, causar daños permanentes.
- La práctica de algunos deportes: practicar deportes como el fútbol, el esquí o el rugby aumenta el riesgo de sufrir lesiones, sobre todo en los meniscos y ligamentos, debido a los cambios bruscos de velocidad y los movimientos de lado a lado. También correr de una manera demasiado intensa sin la preparación física adecuada puede dañar las rodillas.
- Usar un calzado no adecuado: el uso prolongado de tacones puede causar lesiones y desequilibrios en la postura, así como artrosis o artritis en las rodillas, entre otras dolencias. Igualmente, realizar ejercicio físico intenso sin llevar el calzado adecuado puede perjudicar esta articulación.
- Pasar mucho tiempo sentado: es recomendable evitar que la rodilla permanezca inmovilizada durante largos periodos de tiempo, como puede suceder, por ejemplo, en ciertas profesiones o en viajes largos.