El desayuno es la primera comida que se consume en el día, sea cual sea la hora en la que se realice. De hecho, su nombre deriva del la situación de un largo periodo de ayuno - normalmente tras el sueño nocturno-, por lo que al levantarse se encuentran sin alimento alguno y rompen el ayuno al tomar esta primer comida del día.

Se cree que saltarte el desayuno es perjudicial porque hace que tengas más hambre, sin embargo desayunar tarde o prologar las horas de ayuno puede ser muy beneficioso para el metabolismo, la recuperación muscular y la claridad mental.

Al respecto, Silvia Migliaccio, nutricionista y docente de la Universidad de Roma, le dijo al portal de Pepe Ribagorda en De las cosas del comer que “el desayuno es indispensable para retomar las funciones físicas y psíquicas, debe ser gratificante y proveer nutrientes energéticos, sobre todo carbohidratos, preferentemente complejos, que deben constituir el 70 %, pero también debe contener proteínas y una pequeña cantidad de grasas, además de agua, vitaminas, sales minerales y anitoxidantes”.

Los expertos aseguran que no hay una hora específica, pues algunas personas se levantan con ganas de desayunar inmediatamente, mientras que otras necesitan esperar un poco para poder ingerir alimentos. Lo importante es dedicarle el tiempo necesario e ingerir un desayuno cargado de nutrientes.

Se ha escuchado decir, hasta el cansancio, que el desayuno es la comida más importante del día y entre los argumentos más fuertes que nutricionistas y dietistas esgrimen para recomendarlo es que controla el peso y sirve de freno para algunas enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardíacas y la hipoglicemia.

Quienes defienden esta comida, se apoyan en estudios que observan los beneficios de un desayuno balanceado sobre el organismo. “Es la comida que hacemos después de venir de un ayuno prolongado. El cuerpo tiene que recibir los sustratos energéticos, nutrientes y vitaminas necesarias para que podamos organizarnos por el resto del día”, dice Claudia Contreras, experta en nutrición clínica.

Opciones para comer en el desayuno

El portal de nutrición y bienestar Alimente resalta que un desayuno saludable no siempre tiene que ser un menú de lo que se conoce tradicionalmente.

Por esto, algunas opciones son:

  • Avena cocida con almendras o arándanos rojos secos.
  • Pan árabe integral relleno con huevo duro y un vegetal, como espinaca.
  • Una tortilla integral rellena con vegetales, salsa y queso rallado con bajo contenido de grasa.
  • Un batido de vegetales, con agua y una cucharada de germen de trigo.
  • Un sándwich integral con carne magra y queso con bajo contenido de grasa, lechuga, tomate, pepino y pimiento.

Así mismo, un desayuno adecuado ayudará a potenciar la capacidad cerebral. Según el doctor Randall Wright, neurólogo de Houston Methodist y citado por el medio Urgente24, los siguientes alimentos son ideales para la memoria, mejorar el aprendizaje y evitar el deterioro cognitivo:

  • Lunes: sándwich de aguacate con huevo o tostada de aguacate sobre pan integral y bayas a un lado.
  • Martes: avena (preparada la noche anterior) con arándanos y nueces.
  • Miércoles: salmón (cocido fresco o sobrante de la cena) con fruta cortada para acompañar.
  • Jueves: requesón cubierto con melocotones recién cortados, semillas y nueces.
  • Sábado: tortilla de dos huevos con un arcoíris vegetal de pimientos rojos, verdes, naranjas y amarillos, cebollas y tomates secados al sol.
  • Domingo: yogur griego natural relleno con tus tres frutas favoritas y cubierto con nueces tostadas.