El momento de ir a descansar y el tiempo que se dedica, justamente, a la desconexión de las actividades cotidianas resulta tan indispensable como otras acciones. Portales especializados en salud mencionan que ese lapso es el que el cuerpo aprovecha para recuperar energía y, cuán bien o mal haya dormido, se verá reflejado al siguiente día.
En cuanto a las horas recomendadas para tal fin, MedlinePlus aconseja por lo menos siete y ocho para contribuir no solo al estado físico sino a una óptima salud mental. Si no se dedica el lapso suficiente será el propio organismo el que con el tiempo empiece a ‘cobrar factura’ con la presencia de enfermedades.
Esa plataforma de información sanitaria recalca algunas patologías que podrían desencadenarse al obviar dicho momento de reposo. La hipertensión, afecciones cardíacas, obesidad, diabetes, complicaciones en el riñón y accidentes cerebrovasculares son algunas de estas (a las que se suma la parte mental: depresión e irritabilidad, por ejemplo).
¿Una almohada entre las piernas?
Por curioso y atípico que puede parecer, una recomendación de expertos a la hora de dormir es colocar una almohada entre las piernas. Pero, ¿cuál es el motivo? El diario Marca recoge en múltiples los beneficios, ya que ‘obliga’ al cuerpo a tomar la postura ‘adecuada’ en la que convergen las caderas, piernas y columna.
Incluir ese elemento contribuye a evitar que inconscientemente se roten las caderas y se dé lugar a los movimientos, mientras se duerme. A esto se suma una mediación en los dolores de ciática y la rigidez de los músculos (la primera refiere a una molestia —a veces intensa— en el nervio que va desde la zona inferior de las caderas hasta las piernas).
Otro beneficio es que permite dejar atrás la tensión en la espalda, además de ayudar en la circulación sanguínea en los miembros inferiores. En este sentido se aporta contra la sensación de hormigueo y las varices.
La ‘mejor’ postura para dormir
En lo que concierne a la postura sugerida para dormir, la red informativa Mayo Clinic pone en primer lugar ubicarse de costado. De esa forma, no solo baja la posibilidad de ronquidos (molestos para varias personas) sino que también disminuye un potencial ‘colapso’ de los conductos respiratorios.
Por el contrario, no se recomienda estar boca arriba. “Conozco a muchas personas que dicen que es cómodo porque no recargan el peso del cuerpo sobre las articulaciones; pero (…), la lengua y la mandíbula caen y obstruyen las vías respiratorias. Muchas personas roncan más cuando duermen boca arriba”, explicó la experta, Lois Krahn, reseñada por esa organización.
Otros consejos para conciliar el sueño
Según el Instituto Nacional sobre Envejecimiento (NIH), lo ‘ideal’ es que la persona establezca un horario para irse a descansar y procure adaptarse a este, en cuanto le sea posible. Esto implica también levantarse a la misma hora todos los días, independientemente de si es fin de semana.
Aunque los elementos tecnológicos se han convertido, de alguna manera, en una ‘extensión’ del ser humano; por ejemplo, por el estudio o necesidades del trabajo, se sugiere prescindir de estos en la habitación. Al cierre del día la alimentación juega un papel clave, por lo que se aconseja no consumir abundante comida, alcohol ni café.
El NIH enfatiza tener cuidado con las siestas y evitar que estas sean por periodos largos. Referente a la actividad física, el ejercicio es elemental, pero esa entidad insta a que no sea cuando falten tres horas o menos para dormir.