La mantequilla se obtiene mediante el batido y amasado de la nata de la leche, de acuerdo con la Fundación Española de la Nutrición (FEN).
Además, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que la mantequilla es un derivado lácteo que está hecha de grasa animal, la cual tiene un nivel elevado de grasa saturada que son las del tipo “malo” y pueden afectar la salud.
Asimismo, indicó que este tipo de grasas también pueden afectar de la siguiente forma:
- Riesgo de enfermedad cardíaca. El cuerpo necesita grasas saludables para obtener energía y realizar otras funcionas, pero un exceso de grasa saturada puede causar la acumulación de colesterol en las arterias (vasos sanguíneos). Las grasas saturadas elevan el colesterol LDL (malo). Un colesterol LDL alto incrementa el riesgo de enfermedad cardíaca y accidente cerebrovascular.
- Aumento de peso. Muchos alimentos altos en grasas como la pizza, los productos de panadería y los alimentos fritos tienen muchas grasas saturadas. Además, el alto consumo puede agregar calorías adicionales a la dieta y provocar un incremento en el peso. Todas las grasas contienen nueve calorías por gramo de grasa. Este es más del doble de la cantidad que se encuentra en los carbohidratos y la proteína.
No obstante, si se consumen en porciones moderadas y en el desayuno como lo es la mantequilla, puede aportar vitaminas A, D, E, B12 y K2, según la Central Lechera Asturiana. Además, es una buena fuente de minerales como el selenio, el yodo, el manganeso, y el zinc, entre otros.
No obstante, es importante liminar su consumo, pues la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugirió reducir la ingesta de grasas saturadas como la mantequilla a menos del 10 % de la ingesta total de calorías, y la de grasas trans a menos del 1 %.
Por ejemplo, si se comen aproximadamente 2.000 calorías al día, no más de 120 de esas calorías deben provenir de grasas saturadas al día. Eso es aproximadamente 13 gramos de grasas saturadas por día.
De todos modos, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Por su parte, a Fundación del Corazón reveló en su portal web las principales funciones de las grasas:
- Energética: aportan 9 Kcal. por gramo (38 Kj), más del doble que los demás nutrientes. Si la ingesta de grasas supera las necesidades diarias, se almacenan directamente en el tejido adiposo en forma de triglicéridos. Por eso los alimentos ricos en grasa se denominan “engordantes”.
- Estructural: el colesterol forma parte de las membranas celulares y es precursor de esteroides hormonales, ácidos biliares y vitamina D.
- Transporte de vitaminas liposolubles (A, D, E, K y carotenoides).
- Aportan ácidos grasos esenciales para el organismo.
- Aumentan la palatabilidad (hacen más grato al paladar) de los alimentos.
- La grasa llena los adipocitos y aísla al cuerpo para ayudar a mantenerlo caliente.
- Ayudan a las personas a sentir saciedad y esto hace que sea menos probable que coman en exceso.
Tipos de grasas saludables
- Las grasas no saturadas son grasas “buenas” que se encuentran principalmente en las verduras, frutos secos, semillas y pescado. A temperatura ambiente, estas grasas son líquidas, no sólidas. Hay dos categorías grandes de grasas buenas: grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas. Se encuentran en la mayoría de los frutos secos, productos de soja, aceite de oliva, aceite de maní, aceite de canola, aguacates (paltas), atún blanco y salmón.