La salud dental es fundamental para los niños y es una parte importante de su bienestar general. La salud dental afecta no solo la capacidad de los pequeños para comer y hablar correctamente, sino también su autoestima y su capacidad para socializar y relacionarse con los demás.
Una inadecuada salud bucal puede provocar olores, dolores, infecciones y dificultades para comer y hablar, lo que puede afectar negativamente la calidad de vida de los niños. Por lo tanto, es crucial que los padres y cuidadores tomen medidas para promover una buena salud dental desde una edad temprana.
Es importante recordar que los dientes juegan un papel importante en la articulación y la pronunciación de las palabras, lo que es indispensable para el desarrollo del lenguaje y la comunicación efectiva. Por ejemplo, el cuidado de los dientes de leche es muy importante, ya que son los cimientos para los que vienen. Si se pierden antes de tiempo, los dientes permanentes pueden moverse y causar problemas de alineación. De ahí la importancia de la atención dental temprana y de enseñar a los niños a crear el hábito de cepillarse y usar hilo dental.
Solo así será posible detectar cualquier problema dental a tiempo, hábitos nocivos y prevenir enfermedades bucales en el futuro, especialmente la caries, que es la enfermedad bucal más común. Según cifras del Ministerio de Salud, en Colombia se evidencia que en los últimos años, cerca del 33,27 % de los niños entre uno y cinco años han presentado antecedentes de esta infección.
Esto constituye una cifra alarmante, puesto que de no ser tratada, puede tener consecuencias a largo plazo, como la pérdida temprana de los dientes y problemas en la masticación y la digestión.
La base es una buena higiene oral
Los cuidados diarios son la primera línea de defensa en la prevención de problemas dentales. La odontóloga Alejandra Sánchez enfatiza en la necesidad de guiar a padres y cuidadores en las técnicas de cepillado y los elementos especiales para una correcta limpieza de la boca.
La American Dental Association (ADA) recomienda que los menores de tres años utilicen una cantidad de pasta dental del tamaño de un grano de arroz y que los niños mayores de tres años usen una cantidad del tamaño de un guisante. También es prudente que utilicen cepillos de dientes suaves para evitar dañar sus dientes y encías.
“Es importante que los padres supervisen y ayuden a los niños en el proceso de cepillado para asegurarse de que lo hagan correctamente y no se salten ninguna área. Incluyendo la lengua, que es fundamental para eliminar las bacterias y evitar el mal aliento”, señala la especialista.
Otras recomendaciones a tener en cuenta son:
- Lo ideal es que los menores se cepillen al menos tres veces al día con una crema de dientes fluorada, ya que esto ayuda a eliminar la placa y prevenir la formación de caries.
- El uso del hilo dental es esencial para la higiene dental, ya que ayuda a combatir la placa y los restos de alimentos que quedan entre los dientes, donde el cepillo no puede llegar. Aunque es recomendable que los niños aprendan a usarlo a partir de los 4 años, es posible que necesiten ayuda hasta los 8 o 10 años.
- La odontóloga Alejandra Sánchez afirma que para mantener la salud bucal en casa, se pueden encontrar alternativas preferiblemente lúdicas y divertidas para que el momento de cepillarse los dientes sea agradable. El ejemplo es la mejor forma de enseñar, por lo que el cepillado, en los primeros años del niño, puede transformarse en un momento en familia, todos juntos en el baño.
- “Una forma divertida de hacerlo es utilizando gotas reveladoras de placa bacteriana, que indican con una “manchita” dónde se encuentra la suciedad en el diente. Puede mostrarle a su hijo cómo se cepilla los dientes, luego pedirle que haga lo mismo, y finalmente reforzar el cepillado con la ayuda de papá o mamá hasta que las manchitas desaparezcan. Para hacerlo aún más divertido, se puede utilizar la canción favorita del niño, el cepillo y la crema dental de su dibujo animado preferido, cosquillas, juegos y, por supuesto, mucha paciencia y amor”, afirma la doctora.
- Además de los cuidados diarios y las visitas regulares al dentista, también hay medidas que los padres pueden tomar para proteger los dientes y encías de los pequeños: Limitar los alimentos y bebidas azucaradas es una de las formas más efectivas de prevenir la formación de caries. Este tipo de comidas pueden aumentar el riesgo de caries, ya que los azúcares son convertidos en ácidos que atacan los dientes.
Visitas regulares al odontólogo
Es importante llevar a los niños al dentista regularmente, incluso si no hay problemas aparentes. De este modo, se pueden detectar problemas tempranos y prevenir riesgos mayores en el futuro.
La odontóloga sugiere que la primera visita al dentista debe programarse cuando el primer diente temporal erupciona, lo cual suele suceder entre los seis meses y el primer año de vida del niño. La razón de esta recomendación es para asegurarse de que todo esté en orden y para familiarizar al niño con el ambiente.
“En la primera consulta, nuestro objetivo es hacer que el niño tenga una experiencia agradable y dejar una huella positiva en cada paciente. Realizamos juegos de adaptación a sonidos, olores e instrumentos utilizados en odontología, y utilizamos máscaras, gafas, peluches y videos infantiles para acompañar al paciente durante la consulta, que dura aproximadamente una hora”, asegura.
En las visitas al odontólogo, los niños pueden recibir tratamientos preventivos como limpiezas dentales y aplicaciones de flúor, así como evaluaciones y tratamientos para problemas dentales más complejos como caries o alteraciones en la dentición.
A los más pequeños se les pueden ofrecer “tratamientos preventivos como profilaxis, aplicación de flúor en barniz y educación en higiene oral. Además, servicios de ortodoncia infantil, ortopedia y aparatología funcional. También manejo de urgencias en niños, tratamientos para caries extensas, extracciones, cirugías y procedimientos bajo sedación para pacientes ansiosos”, señala la doctora Alejandra Sánchez.