El famoso dicho de “los ojos son el reflejo del alma” son todo un acierto. Los ojos son ese primer contacto que se tiene cuando se trata de relaciones interpersonales, de apreciar los momentos únicos de la vida y el órgano por el cual los humanos tienen el sentido de la vista.

Ahora bien, la órbita, las pestañas, los párpados, la conjuntiva y las glándulas lagrimales ayudan a proteger los ojos de daños externos. James Garrity, médico de Mayo Clinic, señala que los párpados, en específico, superior e inferior, son finas capas de piel y músculo que pueden cubrir los ojos. En concreto, se cierran de manera rápida y refleja (parpadeo) para formar una barrera mecánica que proteja al ojo de objetos extraños, los insectos, el viento, el polvo, y la luz muy brillante. Por eso, son una parte fundamental del rostro y se les debe prestar su debida atención.

La Clínica de la Universidad de Navarra señala que las enfermedades de los párpados incluyen diversas enfermedades, como las malposiciones palpebrales como el párpado caído, tumores, reconstrucciones, problemas de lagrimeo y muchas otras patologías.

Los párpados caídos pueden registrarse por alguna enfermedad o como consecuencia del envejecimiento. | Foto: Getty Images

Síntomas

  • Cansancio ocular.
  • Alteraciones estéticas.
  • Irritación ocular.
  • Lagrimeo.

Cuando aparece una enfermedad en los párpados puede provocar solamente un problema estético o bien puede verse afectada la musculatura palpebral. Se recomienda consultar al médico en caso de tener alguno de los síntomas mencionados.

Ahora bien, la piel de los párpados es más delgada que la de otras áreas del rostro. Sin embargo, es normal que tienda a perder elasticidad con el paso de los años; incluso, algunas personas desarrollan arrugas prematuras debido a las agresiones que sufre en el ambiente, como la exposición al sol, las toxinas y la falta de cuidados en la rutina de belleza, según el portal Mejor con salud.

El extremo del párpado superior puede llegar más abajo de lo que debería (ptosis) o puede haber un exceso de piel abolsado en el párpado superior (dermatocalasia). Por eso, suelen ser una combinación de ambas afecciones, según el portal especializado en salud, MedlinePlus.

El párpado caído puede ser:

  • Congénito.
  • El resultado de una lesión o enfermedad.
  • Causado por el proceso normal de envejecimiento.

Por fortuna, existen remedios naturales que, por sus propiedades antiinflamatorias e hidratantes, previenen la flacidez de los tejidos, brindándoles una buena dosis de nutrientes para evitar el envejecimiento prematuro de la piel:

Avena, huevo y miel

Ingredientes

  • Una cucharada de harina de avena (10 g).
  • Dos cucharadas de miel (50 g).
  • Una yema de huevo.

Preparación

  • Incorporar la harina de avena en un recipiente y mezclar con la miel y la yema de huevo.
  • Frotar el tratamiento sobre los párpados y, si se desea, aplicra la mezcla restante por todo el rostro.
  • Dejar actuar 30 minutos y enjuagar con agua fría.
  • Repetir su uso dos o tres veces a la semana.

Manzanilla y pepino

Las propiedades antiinflamatorias y reafirmantes de los dos ingredientes se unen en un tónico natural que, además de reducir los párpados caídos, combate las bolsas y ojeras que afectan el contorno de los ojos.

Ingredientes

  • Dos cucharadas de flores de manzanilla (20 g).
  • Una taza de agua (250 ml).
  • Medio pepino.

Preparación

  • Verter las flores de manzanilla en una taza de agua hirviendo y dejar reposar hasta que enfríe.
  • Cuando esté lista, colar la infusión y batir en la licuadora con medio pepino.
  • Introducir el tratamiento en el refrigerador y dejar dos o tres horas.
  • Aplicar el tónico sobre los párpados y por todo el contorno de los ojos.
  • Dejar actuar 30 minutos y enjuagar con agua fría.
  • Repetir su uso dos veces al día, en la mañana y antes de dormir.

Manzana y miel

Ingredientes

  • Una manzana.
  • Dos cucharadas de miel (50 g).

Preparación

  • Cortar la manzana en varios trozos y procesar en la licuadora hasta obtener un puré espeso.
  • Tras obtener la textura deseada, mezclar con las cucharadas de miel.
  • Frotar la mascarilla sobre la zona de los párpados y dejar actuar de 20 a 30 minutos.
  • Después, enjuagar con agua fría y repetir su uso, por lo menos, tres veces a la semana.