Son muchas las comidas que generan placer como las pizzas, hamburguesas, fritos, entre otras más, pero el resultado es sobrepeso o perder la figura por la que se trabajó durante muchos meses en el gimnasio.

Es muy fácil ganar peso, pero es muy difícil perderlo, esa es una de las complicaciones que afecta a muchas personas y que el doctor Tim Crowe, especialista en nutrición, le explicó en una entrevista a Newscom.

“La influencia del hambre en la recuperación de peso es tres veces más potente que una desaceleración del metabolismo”, por eso se debe tener cuidado al hacer las dietas, pues privarse de la alimentación puede generar más ansiedad y comer sin control será la única opción para calmar el hambre, lo que deriva en aumento de peso.

“Es fundamental sentirse satisfecho con la comida y asegurarnos de que estamos comiendo lo necesario para proporcionar una nutrición adecuada”, destacó el doctor Crowe, quien recomienda que se debe comer poco y más seguido, para evitar tener hambre que generará el deseo insaciable por comer lo que sea y dañar la dieta que se viene realizando para bajar de peso.

“La mayor parte de personas con obesidad que comienza un tratamiento dietético lo abandona; de entre quien continúa, la mayoría no pierde peso; y dentro del grupo de individuos que pierden peso, la mayoría vuelve a recuperarlo”, estas son palabras del profesor John Garrow, quien en 1998 hizo parte del grupo de especialistas que realizó el libro académico Obesidad y enfermedades relacionadas. En palabras recogidas por Consumer, el médico explica que es muy fácil ganar peso, pero todo lo contrario ocurre cuando se busca bajar.

Retomando los consejos del doctor Tim Crowe, este también insiste en que para bajar de peso se debe tener una trabajo mental para no recaer, además, la disciplina para tener una buena alimentación debe estar acompañada de un aprendizaje a “comer mejor” y no un castigo, pues la comida saludable se debe convertir en un estilo de vida, que de vez en cuando se pueden incluir algunos productos poco saludables, pero que generan mucho placer.

“Conservar nuestro tejido graso es un aspecto de crucial importancia, y es por ello que el cuerpo humano se resiste a deshacerse de él “así como así”. La masa grasa es un componente estratégico que ejerce múltiples funciones beneficiosas”, resalta el doctor Jonathan C. K. Wells, quien realizó un análisis sobre La evolución de la adiposidad y la obesidad humana: ¿dónde se estropeó todo?, que se publicó en la revista Disease Models & Mehanisms.

El tejido graso “aporta energía para el crecimiento, permite la reproducción, contribuye al buen funcionamiento de nuestro sistema inmune e incluso permite una mayor adaptación al frío”, resalta la investigación realizada por Wells, para argumentar que esta es otra razón por la cual el organismo se resiste tanto a perder de peso.

El doctor Adolfo León Uribe Mesa en su portal web explica que la obesidad tampoco es un proceso que se presenta de la noche a la mañana como se piensan, “se engorda despacio, a una velocidad de año por año; es debido a esta velocidad lenta de engorde que la mayoría de los pacientes no se percatan de su aumento de peso hasta que están obesos”, destaca Uribe Mesa.

El médico también resalta que “comer es muy agradable. Se come para calmar una necesidad que se llama hambre, pero también se come sin sentirla, sea por placer o por gula, o lo que es más grave, inconscientemente, por hábito. Comer no es tarea difícil”, por el contrario, hacer ejercicio es una tarea compleja, pues hay que crear hábitos, el cansancio y los dolores que deja la actividad física también hacen que las personas desistan de realizar esta tarea que servirá para quemar calorías, otra razón para establecer que bajar de peso siempre será más complicado, por el grado de disciplina que se debe tener en la alimentación y el ejercicio.