La presión arterial se define como la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos explica que cada vez que el corazón late, bombea sangre hacia estos conductos y en ese momento la presión es mayor y se le llama sistólica. Cuando este órgano está en reposo, entre latidos, la fuerza baja y se llama presión diastólica.
La lectura de la presión arterial usa dos números. Por lo general, el sistólico se coloca antes o por encima de la cifra diastólica. Por ejemplo, 120/80 mm Hg (milímetros de mercurio) y significa una presión sistólica de 120 y una diastólica de 80.
Normalmente, este es un padecimiento que afecta más a las personas mayores; sin embargo, los niños no escapan a ella y por diversas causas pueden ser víctimas de esta enfermedad, que generalmente no causa síntomas, pero que puede generar diversas afecciones en el organismo, si no se mantiene bajo control.
El instituto de investigación Mayo Clinic indica que la presión arterial alta en niños pequeños se relaciona, por lo general, con otras afecciones médicas como defectos cardíacos, enfermedad renal, afecciones genéticas o trastornos hormonales.
Los menores un poco más grandes, especialmente los que tienen sobrepeso, tienen más probabilidades de tener hipertensión primaria. Este tipo de presión arterial alta se produce de por sí, sin que haya una afección subyacente, explican los especialistas.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para que un niño tenga la presión arterial alta dependen de las afecciones de salud, la genética y los factores de su estilo de vida.
Los expertos explican que la hipertensión primaria ocurre por sí sola, sin una causa identificable. Este tipo de presión arterial alta se presenta con mayor frecuencia en niños mayores de 6 años. En este caso, las probabilidades de sufrir de esta enfermedad se dan por razones tales como:
- Sobrepeso u obesidad
- Antecedentes familiares de presión arterial alta
- Colesterol alto
- Comer mucha sal
- Ser afroamericano o hispano
- Ser de sexo masculino
- Tabaquismo o exposición al tabaquismo pasivo
- Ser sedentario
La hipertensión secundaria, por su parte, es causada por otra afección y es más común en los niños más pequeños. Aquí hay causas tales como:
- Enfermedad renal crónica
- Enfermedad renal poliquística
- Problemas cardíacos, como estrechamiento severo (coartación) de la aorta
- Trastornos de la glándula suprarrenal
- Glándula tiroides hiperactiva (hipertiroidismo)
- Estrechamiento de las arterias que llegan a los riñones (estenosis de la arteria renal)
- Trastornos del sueño, en particular apnea obstructiva del sueño
- Ciertos fármacos y medicamentos, incluidos los que se usan para aliviar la congestión nasal (descongestionantes), estimulantes que se usan para tratar el trastorno por déficit de atención e hiperactividad, cafeína, medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE) y esteroides
- Cocaína, metanfetamina y fármacos similares
¿Cómo prevenir este padecimiento?
La presión arterial alta en niños puede prevenirse mediante los mismos cambios de estilo de vida que ayudan a tratarla: controlar el peso, proveerle una dieta saludable baja en sal (sodio) y motivarlo a que realice ejercicio de manera regular.
Los especialistas también indican que, en ocasiones, la presión arterial alta como consecuencia de otra afección puede controlarse o, incluso, prevenirse, mediante el tratamiento efectivo de la afección que la está provocando.