La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos, a medida que el corazón la bombea. Cuando se eleva y se mantiene así por mucho tiempo, se le conoce con el término médico de hipertensión.

Se trata una enfermedad silenciosa que, si se deja sin tratamiento, puede llevar a muchas afecciones médicas. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mayoría de personas hipertensas no presentan síntomas, aunque si se eleva demasiado puede manifestarse a través de las siguientes señales:

  • Dolor intenso de cabeza
  • Dolor en el pecho
  • Mareos
  • Dificultad para respirar
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Visión borrosa o cambios en la visión
  • Ansiedad
  • Confusión
  • Pitidos en los oídos
  • Hemorragia nasal
  • Cambios en el ritmo cardíaco
La hipertensión puede causar serios inconvenientes a distintos órganos, entre ellos,los riñones. | Foto: Getty Images

La mejor manera de saber si se tiene la tensión alta es medirla de manera regular, de acuerdo con los expertos. Si no se trata, la hipertensión puede causar enfermedades como insuficiencia renal, enfermedades del corazón y derrames cerebrales.

Efectos de la hipertensión en los riñones

La presión arterial elevada puede causar afecciones en los riñones y esta afección se constituye en uno de los principales factores de riesgo para desarrollar cáncer en estos órganos. Según el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de los Estados Unidos, esto se debe a que la presión arterial alta hace que el corazón trabaje más duro y, con el tiempo, puede dañar los vasos sanguíneos por todo el cuerpo.

Si los de los riñones se dañan, es posible que dejen de eliminar los desechos y el exceso de líquido del cuerpo, lo que a su vez conlleva que los vasos sanguíneos aumenten aún más la presión arterial, lo que convierte en un círculo peligroso.

De acuerdo con American Cancer Society, el riesgo de cáncer de riñón es mayor en las personas que padecen hipertensión arterial y es una probabilidad que no parece reducirse incluso si el paciente está tomando medicamentos para tratar la presión arterial.

La presión arterial elevada afecta los riñones. | Foto: Getty Images

La hipertensión es, además, una de las causas principales de insuficiencia renal, también llamada enfermedad renal en estado terminal (ESRD por sus siglas en inglés). Las personas que enfrentan este padecimiento deben recibir un trasplante de riñón o someterse a tratamientos de diálisis; es decir, unos procedimientos que se deben efectuar de manera regular para purificar la sangre.

La insuficiencia renal crónica en las primeras etapas, es un problema “silencioso”; es decir, como la presión arterial alta, no genera ningún signo, ni síntoma. Así las cosas, es posible que una persona lo tenga sin saberlo, porque no se siente enferma.

A medida que este padecimiento avanza, la persona puede experimentar las siguientes señales:

  • Hinchazón, generalmente en las piernas, los pies o los tobillos
  • Dolores de cabeza
  • Picazón
  • Cansancio durante el día y problemas para dormir por la noche
  • Sentirse mal del estómago, perder el sentido del gusto, sentirse inapetente o adelgazarse
  • Producir poca o nada de orina
  • Sentir calambres musculares, debilidad o entumecimiento
  • Sentir dolor, rigidez o líquido en las articulaciones
  • Sentir confusión, tener problemas de concentración o problemas con la memoria
La hipertensión puede prevenirse con hábitos saludables de vida. | Foto: Krunja Photography

Cómo prevenir la hipertensión

Los especialistas aseguran que hay cambios de hábitos que pueden ayudar a las personas con hipertensión a controlar esta afección, aunque en algunos casos es necesario tomar también medicamentos.

Estos cambios pueden prevenir y reducir la tensión arterial elevada:

  • Comer más frutas y hortalizas
  • Pasar menos tiempo sentado.
  • Hacer actividad física, ya sea caminar, correr, nadar, bailar o actividades para ganar fuerza, como levantar pesas.
  • Perder peso si se tiene obesidad o sobrepeso.
  • Tomar los medicamentos que prescriba el profesional de la salud.
  • Acudir a las visitas previstas con su profesional de la salud.