Los frutos secos son productos que no deberían faltar en una dieta saludable, pues no solo resultan buenos para cuidar la salud del corazón, sino también la del cerebro y otras partes delcuerpo. Estos alimentos contienen ácidos grasos insaturados y otros nutrientes que le aportan beneficios al organismo.

El instituto Mayo Clinic asegura que las investigaciones han demostrado que comer estos alimentos de manera frecuente disminuye los niveles de inflamación relacionada con la enfermedad cardíaca y la diabetes.

Los análisis han determinado que su consumo puede mejorar la salud de las arterias, disminuir la inflamación relacionada con enfermedades cardíacas, bajar el riesgo de coágulos sanguíneos, que pueden causar ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, reducir la posibilidad de tener presión arterial alta y bajar los niveles del colesterol no saludable, en particular el de lipoproteínas de baja densidad; es decir, el colesterol “malo”, además de otros lípidos como los triglicéridos, que pueden bloquear los vasos sanguíneos.

Los frutos secos se caracterizan por ser ricos en fibra. Getty Images. | Foto: Getty Images

Sin embargo, el corazón no es el único que puede beneficiarse con la ingesta regular de estos alimentos. También se dice que el cerebro se nutre de los frutos secos. Esto se debe a su riqueza en ácidos omega-3 y a su importante concentración de antioxidantes.

En general, los frutos secos tienen una importante carga antioxidante y hay evidencia de sus efectos beneficiosos sobre la incidencia de varias enfermedades crónicas y las tasas de mortalidad general, precisa el estudio titulado: “Nut consumption and cognitive function: a systematic review”.

Además, son ricos en ácidos grasos polinsaturados, que también desempeñan un papel positivo en la neurogénesis. Una de las principales conclusiones del mencionado análisis es que incluir el consumo diario moderado de algún fruto seco en la dieta saludable de las personas adultas podría tener efectos beneficiosos sobre su función cognitiva. No obstante, se requiere de más estudios que soporten en mayor medida los resultados de análisis realizados hasta hoy.

Los frutos secos son ricos en antioxidantes. | Foto: ©2014-2017 Tomasz Skoczen

Estos alimentos son una importante fuente de ácidos grasos omega-3, los cuales según evidencia científica se ha determinado que ayudan a reducir el riesgo de deterioro cognitivo, incluyendo la enfermedad de Alzheimer (EA).

En el análisis “Contribution of Omega-3 Fatty Acids for Memory and Cognitive Function”, los investigadores afirman que los estudios realizados hasta el momento han demostrado el papel protector de los ácidos grasos omega-3 en el deterioro cognitivo leve, demencia y en el riesgo y la progresión de la enfermedad de Alzheimer en los adultos mayores.

Si bien no se tiene claro cuál es el mecanismo de acción de los ácidos grasos omega-3 sobre la cognición, lo cierto es que su ingesta de manera regular termina siendo una aliada del cerebro y la memoria.

Aportes nutricionales

La Clínica Universidad de Navarra de España indica que la mayor parte de los frutos secos tiene un contenido rico en minerales, dentro de los que destaca el potasio, magnesio, calcio y fósforo. Además, son fuentes de abundantes oligoelementos, como el selenio o el zinc.

Los frutos secos son un alimento que puede consumirse a diario. | Foto: Copyright Dazeley

Por otro lado, aportan calorías debido a que contienen grasas en abundancia, pero también proteínas. Esas grasas no son del todo perjudiciales, ya que predominan las insaturadas, muy presentes en aquellas de origen vegetal, entre las que se incluyen ácidos grasos beneficiosos.

Además, se recomienda la ingesta de frutos secos en personas con problemas nutricionales o que presentan intolerancia a determinados alimentos, con riesgo de presentar déficit en algún mineral esencial como calcio o fósforo, por ejemplo. Así mismo, debido a su alto contenido en fibra, se recomienda su consumo en personas con tendencia a presentar problemas de estreñimiento.

Referencia científica:

Nut consumption and cognitive function: a systematic review.

Contribution of Omega-3 Fatty Acids for Memory and Cognitive Function.