Es común ver imágenes de gatos tomando leche y es posible que para muchos dueños este sea un alimento benéfico para su salud. Sin embargo, lo cierto es que puede causar complicaciones en el organismo de estas mascotas.
Según información de Purina Latam, al momento de nacer, la única alimentación de estos animales debe ser la leche de la madre. La deben consumir hasta que se destetan, a las cuatro semanas de edad. “Esta es la única fuente de alimentación que requieren, dado que las proteínas que contiene son vitales para su desarrollo”, precisa esta compañía de alimentos para animales, en su sitio de internet.
Los gatos adultos no necesitan ingerir leche. Es más, algunos felinos, como ocurre en las personas, no toleran bien la lactosa e incluso les puede generar alergias.
“De hecho, las reacciones adversas a la leche se encuentran entre las alergias alimentarias más frecuentes en felinos”, asegura la veterinaria Amanda Friedeck, que realizó una investigación sobre alergias a los alimentos en perros y gatos, el cual fue publicado en la revista científica Veterinary Technician. La leche, el pescado y la carne de ternera son alimentos que pueden provocar alergias específicamente en los gatos.
Por su parte, la información de Purina destaca que: “Los gatos generalmente pierden su capacidad de digerir el azúcar que se encuentra en la leche después del destete porque los alimentos sólidos toman su lugar y ya no la necesitan. Sin embargo, esto varía, y algunos gatos pueden digerir el azúcar de la leche incluso en la edad adulta”.
La señal más evidente de que un gato padece intolerancia a la lactosa y alergia a la leche son los vómitos. Además, las alergias a los alimentos en estos animales están relacionadas con entre el 10 y el 20 % de las enfermedades de la piel en felinos, asegura el portal Consumer, de España. Allí se explica que aunque las reacciones alérgicas a la leche u otras comidas se producen pocos minutos después de que el gato haya ingerido el alimento, en ocasiones los síntomas pueden desencadenarse horas después, incluso algunos días más tarde.
No es recomendable
De acuerdo con los expertos, la leche de vaca no es saludable para la mayoría de los gatos, especialmente si está reemplazando a una comida balanceada. El consumo de este alimento por sí solo no proporcionará todos los nutrientes esenciales necesarios para mantener la salud del animal. Además, si la leche es entera puede promover aumento de peso y malestar estomacal.
Si bien hay quienes consideran que el gato debe beber leche para hidratarse, este alimento puede reemplazarse con agua. Si la mascota no bebe suficiente líquido, los especialistas recomiendan agregar un alimento húmedo a su dieta lo cual puede contribuir a su ingesta diaria total de agua. Algunos gatos prefieren tomar agua de la llave o de una fuente en cambio de ingerirla de un plato o taza. Ante esto lo ideal es buscar la forma de que el agua se mueva para alentarlo a beber más.
Otra de las recomendaciones de los expertos es no mezclar leche con su comida, pues esto puede causarle problemas gastrointestinales. En caso de que el gato tolere la leche, pero además su amo sienta que al animal le hace falta, se le puede brindar ocasionalmente como premio o recompensa.
El portal Cosas de Gatos, de España, ofrece algunos consejos si la persona decide darle leche a su gato:
- Brindarle pequeñas dosis y de manera poco frecuente.
- Darle leche sin lactosa o desnatada o semidesnatada. Si bien puede consumir leche entera, normalmente las que tienen poca grasa les sienta mejor.
- Leche especial para gatos. Hay mercados en los que ya se comercializan estos productos.
- Yogures o derivados lácteos. Normalmente estos productos contienen menor cantidad de lactosa que la leche. No deben llevar azúcares ni similares, lo mejor es un yogur natural simple.
En cualquier caso, si se decide darle de tomar leche a un gato, lo ideal siempre es consultar con el veterinario para brindarle al animal una dieta equilibrada que le permita suplir todas sus necesidades alimenticias.