De acuerdo con las diferentes culturas presentes en el mundo, las costumbres gastronómicas pueden ir variando a través del tiempo. Esto, a causa de herencias ancestrales o los cambios propios que ocurren entre generaciones.
En el caso de la cultura asiática, predomina de gran forma el consumo de pescado como una tendencia gastronómica. De hecho, desde Japón se ha dado la exportación de preparaciones culinarias de gran reconocimiento internacional, como por ejemplo, el sushi, así como otros platos que tienen como gran protagonista al pescado.
Sin embargo, existe una particularidad: gran parte de las recetas que disfrutan en este lado del mundo son realizados con pescados crudos o semicrudos, lo que para muchas personas podría producir una intoxicación. No obstante, para los japoneses no parece ser un problema, ni sufren de estas consecuencias.
Según explica el portal Peixa Casa, la prevención de este tipo de afectaciones depende, en gran medida, de la preparación adecuada de estos alimentos, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y como reseña la misma fuente mencionada, en primer lugar el pescado debe ser congelado por al menos 48 horas previamente, para así poder evitar algunas bacterias presentes en estas comidas, como por ejemplo la reconocida salmonela o el anisakis.
Según los expertos, este último parásito suele estar presente en los platos de pescado crudo, especialmente en variedades de pescado muy consumidos en todo el mundo como la merluza, el salmón, el bacalao o la sardina. Los médicos indican que la intoxicación con este elemento se conoce como anisakiasis.
Ahora bien, para poder prevenir la anisakiasis y sus diferentes efectos negativos para la salud —como los dolores abdominales, los vómitos, las diarreas o la urticaria—, se recomienda un cuidado especial de sanidad para los pescados, antes de poder prepararlos.
En primer lugar, estos deben ser tratados después de ser congelados por un tiempo suficiente que pueda matar a los parásitos. Esto es, al menos 48 horas. Sin embargo, también se recomienda el uso de pescados surgidos de piscifactorías para poder evitar este tipo de situaciones, ya que estos peces crecen en entornos donde no están expuestos a este parásito.
Cabe aclarar que el consumo de pescado crudo requiere de diversos cuidados para evitar la anisakiasis, y otras afectaciones que se pueden presentar, como la infección con salmonela, la cual puede conllevar fuertes cólicos, diarreas, fiebres o, en casos más graves, la necesidad de asistencia médica para así poder curar estas afectaciones.
Por otro lado, también se puede contraer la infección por vibrio vulnificus, otra bacteria con afectaciones para el cuerpo humano, como por ejemplo, calambres abdominales, diarreas, vómitos o fiebres bastante altas, en caso de que se ingiera un pescado en mal estado, o que no posea los cuidados sanitarios requeridos.
Por ende, se recomienda que, el pescado se adquiera fresco en una pescadería de confianza, mantener este en el refrigerador, hasta poder ser cocinados y consumidos, aunque esta ingesta se recomienda que sea lo antes posible.
De la misma forma, la preparación de esta carne debe darse en un entorno sano y libre de bacterias, por lo que se requiere limpiar de manera profunda los cuchillos, tablas y manos con las cuales se manipulará el pescado.
Finalmente, se establece que es importante poder cuidar de la seguridad alimentaria a través de ciertas atenciones concretas, las cuales puedan evitar la ingesta de elementos en mal estado, o que contengan bacterias que puedan causar graves daños para el cuerpo humano, por lo que lo más recomendable tanto en el caso del pescado, como de otros alimentos, es consumir productos frescos y con las indicaciones necesarias.