Ciertamente, la piel del rostro no es la única que se ve afectada por una alta exposición al sol, o por el consumo de medicamentos que causan una severa resequedad, también los labios se ven afectados, dan una apariencia agrietada y, en ocasiones, algunas personas optan por arrancar los cueritos que salen de ellos.
Es entonces que la manera más fácil para combatir la resequedad es realizar exfoliaciones o aplicar productos como la vaselina, asegura Mundo Deportivo.
Por su parte, tal y como lo define el portal Tua Saúde, la vaselina “es una sustancia incolora” que se obtiene del petróleo que es usada en la estética para múltiples beneficios. Su función principal es hidratar, por lo que es usada para humectar los labios.
Algunas personas la utilizan para nutrir la cutícula cuando esta tiene un aspecto áspero; también tiene la capacidad de darle definición a las pestañas y participar en su crecimiento; y su poder humectante junto con masajes ligeros combate las callosidades de los pies y las manos.
Asimismo, el sitio web asegura que para retirar la piel seca de los labios se puede usar un cepillo seco y con precaución frotarlo en la boca. Además, hidratar de manera natural los labios con la ayuda de un aguacate triturado y unas cuantas gotas de aceite de oliva, dejándolo actual por lo menos 15 minutos para luego lavar con abundante agua la zona.
¿Qué sucede cuando se arrancan los cueritos de los labios?
No obstante, hay un término médico para referirse a los labios agrietados, la queilitis, que como se mencionó anteriormente muchas personas ven tentador arrancarse con la yema de los dedos o con los dientes, los pellejos que sobresalen de los labios, algo perjudicial para los mismos porque es quitarle una capa protectora.
Mundo Deportivo, además, señala que morderse los labios -dermatofagia- puede causar inflamaciones en la piel, todo esto asociado con comportamientos o emociones, que de acuerdo con ABC Bienestar puede ser resultado de:
Trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
De acuerdo con MedlinePlus, el TOC es una afección mental en la cual las obsesiones son protagonistas, afectando la calidad de vida de una persona, porque aunque intente controlar dichos pensamientos, se le dificulta hacerlo.
La entidad explica en un informe que los factores asociados son: estrés y ansiedad, entre otros, asegurando que tanto adolescentes como adultos se ven implicados en este trastorno.
Aunque las causas son muchas, se considera que algún trauma en la infancia puede ser una variable para que se desarrolle el TOC, como por ejemplo, un abuso. Sin embargo, la ciencia necesita corroborar aún más lo dicho, concluyendo que quienes tienen compulsiones y obsesiones no necesariamente tienen este trastorno, incluso quienes tienen un diagnóstico de ansiedad.
Ansiedad y estrés
La Clínica Mayo describe la ansiedad como parte de la vida cotidiana, señalando que las personas con trastorno de ansiedad tienen preocupaciones y miedos excesivos que se mantienen durante mucho tiempo.
Los síntomas que una persona con ansiedad presenta son: aumento del ritmo cardíaco, respiración acelerada, sudoración, dificultad para dormir y agitación. Incluso en algunos casos incide en estrés, que según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, es “la forma” en que el cuerpo da respuesta a una situación, es decir, cómo reacciona ante un hecho que puede ser retador o requiere exigencia.
Durante el estrés, el cuerpo libera hormonas enviando una señal para actuar en un momento determinado. Sin embargo, la glucosa en la sangre y la presión arterial se pueden ver altamente afectadas.
Cabe señalar que, no se considera que el estrés sea malo, ya que puede ayudar en la reacción ante situaciones que coloquen en riesgo la vida de una persona. No obstante, convivir con él puede desarrollar graves afecciones sobre la salud.