Viajar en avión es la forma más rápida para cubrir largas distancias en un tiempo relativamente corto. No obstante, si se viaja en clase turista, la comodidad de los pasajeros no está totalmente garantizada -al menos si se compara con primera clase-.
Desde viajes exprés que no superan más allá de unos cuantos minutos, hasta travesías intercontinentales que pueden tardar más de diez horas, los viajes en avión representan algunos retos para los pasajeros. Permanecer sentado en un espacio reducido dentro de una cabina presurizada a diez mil metros de altura es, sin duda, el más agotador.
Precisamente, con el objetivo de luchar contra la incomodidad, algunas personan tienden a quitarse los zapatos durante el trayecto. No obstante, esta situación acarrea algunos efectos secundarios.
El efecto más notorio al momento de retirarse el calzado cuando se está en un espacio cerrado tiene que ver con el olor. En ese sentido, los demás pasajeros no se sienten cómodos cuando otra persona se quita los zapatos y emerge una fragancia desagradable. No obstante, hay una razón todavía mas importante por la que no es conveniente viajar descalzo.
Según explicó el piloto Patrick Smith, de Ask the Pilot, al medio estadounidense Travel+Leisure, por lo general, las cabinas de los aviones no están completamente limpias, es decir, presentan algunos defectos en materia de higiene que pueden afectar la salud de los pasajeros si no toman algunas medidas preventivas.
“Las cabinas se limpian antes de cada vuelo, pero eso será más superficial en un giro rápido cuando solo hay 15 o 20 minutos para hacerlo”, sostuvo Smith. En ese sentido, aclaró que aunque el interior de los aviones sí es sometido a limpieza, esta no es realizada con profundidad, por lo que “no trasciende a levantar la basura y limpiar superficies de alto contacto”.
¿Hay riesgos para la salud de los pasajeros?
El piloto Patrick Smith precisó que, generalmente, los aviones pasan por un proceso minucioso de higienización, sin embargo, no ocurre con frecuencia. El tiempo entre cada limpieza profunda varía en función de las políticas internas de cada aerolínea.
Ahora, además de los procesos de limpieza profunda dentro de los aviones, las alfombras entre asientos solo se aspiran cuando el tiempo lo permite y sea necesario, según mencionó el piloto a Travel+Leisure. ”Cuando se derrama algo como comida, bebida, fluidos corporales, el equipo de limpieza eliminará la mancha, pero no necesariamente desinfectará toda el área donde podrían propagarse los gérmenes”, puntualizó Smith.
En ese sentido, los pasajeros que acostumbran a estar descalzos dentro de los aviones podrían recoger fácilmente todo tipo de bacterias, “lo que podría tener un impacto negativo en su salud”, agregó David Krause, propietario de SyQuest USA, una compañía que fabrica productos de limpieza utilizados en aviones.
En esa línea, Krause advirtió que también aumenta el riesgo de contraer una infección por hongos al estar expuesto a las bacterias presentes en las alfombras de los aviones.
Recomendaciones para viajar solo con equipaje de mano
Empacar y desempacar enormes maletas suele ser una de las tareas más tediosas durante los viajes, así como el proceso de pasearlas por todo el aeropuerto -si se viaja por aire- o acomodarlas en el bus o el carro, en caso de que se trate de una travesía por tierra.
En palabras prácticas, el equipaje de mano es aquel que se puede llevar en el avión sin necesidad de facturar. Se puede ingresar a la cabina durante el vuelo y, por lo general, se acomoda debajo del asiento. Este equipaje no es el mismo que el de cabina o bodega, ya que estos son más grandes y sí requieren facturación.
De acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), el equipaje de mano debe medir un máximo de 56 cm x 45 cm x 25 cm, con asas y ruedas incluidas (si las tiene), y el peso máximo debe limitarse a 10 kg. Por supuesto, es recomendable verificar previamente la normativa de cada aerolínea para confirmar la posibilidad de llevar un equipaje de mano a bordo del vuelo.
Preferir el equipaje de mano sobre el de bodega o cabina acarrea múltiples beneficios. Por ejemplo, al ser una maleta que no se factura, reduce sustancialmente el precio del tiquete aéreo; además, ahorra al viajero el proceso de hacer fila en el counter de la aerolínea para el registro de la misma.
En Colombia, por ejemplo, el equipaje de mano está incluido en las tarifas de las aerolíneas nacionales, por lo que el valor de su reserva de vuelos es menor. Sin embargo, es importante consultar previamente los términos y condiciones de la aerolínea para cumplir con los requerimientos de dimensiones, peso y contenido permitido.
Llevar lo estrictamente necesario
Dado que el propósito es optimizar costos y comodidad, lo ideal es analizar muy bien qué elementos llevar en el equipaje de mano. Ahora, además de incluir lo necesario, también hay que tener en cuenta qué es lo permitido, pues las aerolíneas tienen algunas restricciones puntuales sobre el tipo de objetos que se pueden ingresar al avión.
Los elementos restringidos por las aerolíneas para ser transportados en la cabina suelen especificarse en las páginas web de cada compañía. Generalmente, son: armas de fuego, objetos cortopunzantes (tijeras, cuchillas, navajas, etc.), explosivos, envases con líquidos que superen los 100 mililitros, ácidos, químicos inflamables, recipientes en aerosol, picahielos, pólvora, entre otros.
En algunos casos también aplican restricciones para alimentos y bebidas, por lo que es importante fijarse en las condiciones de cada aerolínea.
Teniendo en cuenta que el equipaje de mano fija unas dimensiones y peso máximo relativamente limitados, un reto clave es organizar y priorizar qué elementos se van a transportar: ropa, calzado, artículos de aseo, objetos tecnológicos, etc.