No todos los organismos son iguales y eso significa que hay personas a quienes se les desarrolla algunas patologías en el organismo, una de ellas son las venas varices. Estas se pueden tratar por medio de intervención quirúrgica, pero a veces no es recomendable llevar a cabo tal práctica.
Se reconoce que una vena es varice, también conocidas como varicosas, cuando se hinchan y retuercen, por lo que su tamaño tiende a sobresalir debajo de la piel. De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de los Estados Unidos, la parte más común donde salen estas venas son en las piernas, aunque también se forman en otras zonas.
Por ejemplo, cuando un sujeto sufre o tiene hemorroides, esta es otra forma de varices, pasa lo mismo con la telangiectasia o “arañas vasculares”.
Los expertos norteamericanos dicen que una vena varice tiene síntomas, como: dolencias, venas abultadas y azuladas, pesadez en las piernas, rasquiña alrededor de las venas o en las mismas, cambios de color de la piel y calambres nocturnos.
Por su parte, el Manual MSD detalla que las mujeres son el grupo más diagnosticado con esta complicación. Además, variables como permanecer mucho de pie, tener obesidad o la edad pueden repercutir a la hora de la aparición de varicosas.
Tratamientos
El citado escenario web consigna que un médico diagnostica la vena varice generalmente cuando la persona se encuentra de pie, y pide ecografía si nota que puede llegar a darse un mal funcionamiento en las venas más profundas.
Por otro lado, los tratamientos que se determinan para las varicosas son el uso de medias elásticas, medicamentos, láser terapia o, dado el caso, intervención quirúrgica. Respecto a la última práctica, no siempre es la más aconsejada.
Operación de las varicosas
El criterio para intervenir sobre esta patología lo da el personal médico. Teniendo en cuenta datos compartidos por el Centro Europeo de Cirugía Estética, “recibir un golpe en una pierna con varices en las que se acumula gran cantidad de sangre estancada, puede ser altamente peligroso”.
En ese orden de ideas, la recomendación es hacerlo cuando hay dolencias insoportables o accidentes por lesiones.
Por otro lado, especialistas del Hospital Mesa del Castillo, en España, consideran que en la actualidad este tipo de operaciones tienden a ser secundarias, así que no son recomendadas siempre. En vez de ello, se puede recurrir a tratamientos inyectables, aunque la variedad es extensa y eso significa que también puede llegar a ser experimental.
Además, el hecho de extirpar una varicosa no da la garantía de que no vuelvan a aparecer. Román Escudero, Director de Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau de Barcelona, comenta en Infosalud que “en el 97 % de los pacientes, las varices tienen un origen genético y, dado que estos factores que predisponen a su aparición no pueden eliminarse, tras la cirugía su reaparición es inevitable en la mayoría de los casos”.
Quienes por diversas causas toman la decisión de operarse, el portal de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, Medlineplus, detalla que la intervención puede durar entre una hora y hora media. Asimismo, recalcan que se recurre a la práctica médico-estética “para extraer o ligar una vena grande en la pierna llamada vena safena superficial”.
De otro modo, si son venas que no están relativamente preponderantes y sus signos son pocos, no es recomendable someterse a la operación como tal.
Para terminar, las personas pueden recurrir a cambiar su estilo de vida, poniéndose como tarea tratar de mantener un peso saludable, realizar actividad física moderada y evitar estar sentado o de pie durante tiempos prolongados.