Gran parte de la vida de un ser humano transcurrirá durmiendo, el sueño es el espacio que el cuerpo reclama para recargar fuerzas y consumir la menor cantidad de energía posible. Sin embargo, a pesar de que una persona se encuentre dormida, el cerebro sigue activo.

Durante una noche de descanso, el cerebro pasa por diferentes etapas o ciclos de sueño. En primer lugar, encontramos la etapa de adormecimiento, este abarca los primeros diez minutos de sueño desde que comienza el periodo llamado de “Vigilia”.

Luego viene la etapa de sueño ligero, es el momento en el que un cuerpo se va desconectando de su entorno, es allí donde la respiración y ritmo cardíaco baja su frecuencia considerablemente. Según los expertos, cuando aparece el famoso sueño de caída por un precipicio y que genera un brinco instantáneo del cuerpo, se produjo en la fase del sueño ligero.

Se recomienda consumir alimentos ligeros antes de dormir. | Foto: Foto: Getty Images

A continuación se llega a la etapa de transición, dura pocos minutos, pero se caracteriza por ser el momento en el que el cuerpo se encuentra en un estado de relajación profunda. Es allí donde se logra pasar a la etapa de sueño profundo o delta, considerada la etapa más importante de todas, ya que va a determinar la calidad del descanso. La presión arterial suele descender entre un 10 y un 30%.

Viene la etapa de sueño REM o etapa de sueño paradójico, esta parte del ciclo se caracteriza por el movimiento constante de los globos oculares bajo los párpados. Se genera una velocidad cerebral alta, es en esa fase en la que se sueña y se recibe información del exterior.

Según un artículo de Univisión sobre el sueño, quienes despierten en la etapa REM o de sueño paradójico tienen una mayor tendencia a recordarlos, porque el cerebro está más activo, lo que facilita almacenar los sueños en la memoria.

“En cambio, quienes no despiertan durante el sueño REM, que corresponde a entre el 20 y 25% del tiempo que pasamos dormidos, tienden a no recordar sus sueños y hacerlo solo un par de veces al mes, cuando se dan las condiciones adecuadas”, señala en su portal.

Es importante respetar el desarrollo de los ciclos de sueño, ya que los procesos vitales que se llevan a cabo mientras se está dormido, son de suma importancia para el organismo. Así lo señala la página que desarrolla temas de estilo de vida sano Muy Saludable.

“La producción de hormonas está muy asociada a ellos: como hemos dicho antes, la hormona del crecimiento tiene picos de secreción durante la noche. También la secreción de otras hormonas como el cortisol, la hormona estimulante de la tiroides o la hormona adenocorticotrópica están reguladas por los ciclos circadianos”, asegura en su portal web.

Buenos hábitos de sueño es sinónimo de energía para afrontar los retos de un día normal. | Foto: Getty Images

Cuando una persona se encuentra dormida, su cerebro utiliza las fases del sueño para filtrar la información que sea de utilidad y separar la que no, elimina imágenes, recuerdos, datos que se recolectaron durante el día y que el cerebro no ve necesario mantener en la mente. Dicha situación se asemeja a cuando se le hace limpieza de archivos no utilizados en los computadores personales.

Cabe mencionar que una persona recuerde sus sueños no significa que tenga más habilidad mental que una persona que no logra recordar lo que soñó. Simplemente, es el resultado del comportamiento del cuerpo mientras se va transportando de un ciclo de sueño a otro.

Los expertos recomiendan dormir entre 6 y 8 horas máximo para que las etapas del sueño se puedan ejecutar de la mejor manera y así el cuerpo pueda recargar la energía necesaria para afrontar los retos que pueda traer un nuevo día.