La piel es el órgano externo más grande del cuerpo humano y entre sus funciones está ser la primera barrera protectora del organismo. Por esta razón, continuamente se expone a agentes como el clima, la suciedad y las lesiones a causa de golpes o fricción.
Adicionalmente, el cutis puede ser escenario de múltiples reacciones a causa de alergias, cambios hormonales, infecciones e incluso algunas enfermedades. Por esta razón, ante cualquier señal sospechosa en la piel se recomienda acudir a un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso y definir el tratamiento adecuado.
Uno de los brotes más comunes es el acné. De acuerdo con información de la enciclopedia médica MedlinePlus, se trata de una afección cutánea que causa la formación de granos o, como se les conoce popularmente, “barros”.
El acné es más frecuente en adolescentes, aunque cualquier persona puede tenerlo, y se presenta cuando se taponan los poros, orificios diminutos en la superficie de la piel. Algunos factores que pueden motivar el desarrollo del acné son:
- Cambios hormonales que provocan que la piel sea más grasosa (pueden estar relacionados con la pubertad, los períodos menstruales, el embarazo, las píldoras anticonceptivas o el estrés).
- Cosméticos o productos para el cabello grasosos u oleaginosos.
- Ciertos tipos de fármacos.
- Humedad y sudor abundante en la piel.
- Tocarse la piel, frotarla o presionarla por mucho tiempo.
No obstante, el acné no es el único tipo de brote que puede surgir en la piel. En ocasiones, surgen granos en los brazos que resultan molestos para algunas personas. Según reseña el portal ONsalus, pueden aparecer como consecuencia del calor, la acumulación de residuos que obstruyen los poros, infecciones, reacciones alérgicas, entre otras.
En caso de que el acné se desarrolle en los brazos, el cuidado personal también resulta fundamental para que los brotes no se tornen molestos o dolorosos. Algunos medicamentos de uso tópico ayudan a acelerar la degradación del acné; de igual manera, hay medicamentos que reducen la cantidad de grasa que produce la piel.
Sin embargo, antes de acudir a cualquier tratamiento, es conveniente consultar con un especialista médico.
Otra causa por la cual pueden aparecer granitos en los brazos es conocida como queratosis pilaris, llamada comúnmente ‘piel de gallina’. Es una afección común en la piel y provoca pequeños granitos en la parte superior de los brazos, los codos y la parte delantera de los muslos.
De acuerdo con ONsalus, la piel de gallina sucede debido a que el cutis produce demasiada queratina, por lo que la piel muerta bloquea los poros y desencadena los populares granitos. En ocasiones, esta condición puede causar picazón, aunque no representa un riesgo para la salud.
Para tratar esta condición, el citado portal sugiere aplicar cremas hidratantes entre dos y tres veces al día para evitar la resequedad en la piel. Así mismo, recomienda exfoliar la piel para liberar los poros.
¿Cómo hacer una mascarilla de papaya para el acné?
De acuerdo con el portal experto en salud Mayo Clinic, los signos del acné varían según la gravedad del trastorno. En casos graves, las personas continúan teniendo este problema de la piel, aun cuando llegan a los 40 o 50 años.
La institución indica que el acné puede causar, además de cicatrices en la piel, sufrimientos emocionales para las personas, por lo que advierte que su tratamiento debe ser rápido. Para ello, es posible recurrir a remedios caseros.
Por ejemplo, la revista UnCOMO, publicada a través del portal Mundodeportivo, explicó que la papaya puede ser de gran ayuda aplicándola directamente sobre la piel, ya que puede hacer frente a problemas comunes como acné y, en cambio, contribuir a la apariencia luminosa que caracteriza a una piel sana.
Para utilizarla con este propósito, según el medio, es posible realizar una mascarilla con los siguientes ingredientes: dos rodajas de papaya, una cucharada de copos de avena y un poco de agua mineral.
Preparación y uso:
1. Quitar la piel de las rodajas de papaya.
2. Agregar la fruta a la licuadora junto con los copos de avena y el agua mineral.
3. Si la mascarilla queda muy líquida, es posible agregar más fruta o más avena.
4. Lavar el rostro con agua y jabón neutro para que los nutrientes de la mascarilla penetren correctamente.
5. Aplicar la mezcla sobre las áreas afectadas con acné, haciendo movimientos circulares.
6. Dejar actuar alrededor de 15 minutos.
7. Pasado el tiempo, retirar con agua tibia y aplicar crema hidratante.
8. Repetir el procedimiento dos veces a la semana para notar los resultados.