Las molestias en las rodillas son relativamente comunes entre las personas, sobre todo con el paso de la edad. Algunos, incluso, pueden ser más proclives a presentar dolores y afecciones en esta parte del cuerpo, como los pacientes que tienen sobrepeso u obesidad.
Dependiendo del lugar donde se localice el dolor, los profesionales médicos pueden darle un diagnóstico y un tratamiento distintos para paliar las molestias.
Medline, la base de información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, advierte que hay, por lo menos, cinco tipos de dolor que podrían tener causas distintas.
Si se localiza encima de la rodilla, podría tratarse de un problema en el tendón o de una inflamación del cuádriceps. Si el dolor se ubica debajo, podría ser indicio de la enfermedad de Osgood-Schlatter. Un dolor en la parte de atrás puede ser síntoma de artritis o del quiste de Baker. De presentarse en el interior o el exterior de la rótula, podría ser una ruptura de menisco o de una ruptura del ligamento colateral. Y si el dolor se siente en el frente de la rodilla, podría tratarse de una condromalacia rotuliana o complicaciones a raíz de la artritis o la bursitis.
En algunos casos, indica por su parte la Clínica Mayo de Estados Unidos, podría tratarse de una acumulación de líquido en la rodilla.
El principal síntoma de esta condición, según señala esa fuente médica, es la hinchazón de la rodilla. Esta acumulación de líquido, además, puede presentarse tanto dentro de la articulación como a su alrededor.
“Esta afección puede ser el resultado de un traumatismo, de una lesión por sobrecarga o de una enfermedad o afección médica subyacentes. Para encontrar la causa de la hinchazón, es posible que el proveedor de atención médica necesite analizar una muestra del líquido o sangre de una lesión para detectar infecciones o enfermedades”, sostiene la Clínica Mayo.
No obstante, la hinchazón no es el único síntoma que pueden presentar las personas que están presentando esta acumulación de líquido en sus rodillas. Quienes están padeciendo esta condición médica también pueden presentar rigidez, pues tienen dificultades para mover, doblar o estirar la pierna afectada.
Además, otro de los síntomas más evidentes es el dolor, que en ocasiones puede ser bastante intenso. Inclusive puede hacer que la pierna no sea capaz de soportar el peso del propio cuerpo.
Entre las causas que pueden generar la acumulación de líquido en las rodillas están algunas lesiones, como tener un ligamento o un cartílago desgarrado. También puede presentarse debido a una fractura o a una lesión provocada por el uso excesivo.
Esta condición médica también podría ser impulsada por infecciones o enfermedades como artrosis, artritis reumatoide, gota, bursistis, tumores o por la aparición de quistes.
Así mismo, la Clínica Mayo señala que las personas con obesidad, adultas mayores o que practican deportes que implican un movimiento constante de la rodilla son factores de riesgo.
Prevención y tratamiento
El tratamiento para contrarrestar esta condición puede pasar por someterse a algunos procedimientos médicos.
“La extracción de parte del líquido puede ayudar a reducir el dolor y la rigidez relacionados con la hinchazón. Una vez que se conoce la causa subyacente, se puede comenzar un tratamiento”, indicó la Clínica Mayo.
A su vez, esa misma fuente también advierte que pueden tenerse en cuenta algunas medidas para prevenir la acumulación de líquido en las rodillas.
Por ejemplo, sostienen que es importante fortalecer los músculos que están cerca de la rodilla, pues si son lo suficientemente fuertes pueden reducir la presión que tiene que soportar esa articulación. Se pueden elegir deportes o actividades físicas de “bajo impacto” como la natación.
Por último, la Clínica Mayo puntualiza que es clave tener un peso saludable, pues eso les permitirá a las rodillas evitar daños.