De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente 62 millones de personas en las Américas (422 millones de personas en todo el mundo) tienen diabetes, la mayoría vive en países de ingresos bajos y medianos, y 244 084 muertes (1.5 millones en todo el mundo) se atribuyen directamente a la diabetes cada año.

Ante el preocupante incremento de los casos de diabetes y otros trastornos metabólicos a nivel global, es crucial encontrar métodos efectivos, naturales y sostenibles para controlar los niveles de azúcar en la sangre.

La diabetes es la quinta causa de muerte en personas entre los 30 y 70 años en Colombia. | Foto: Ukrinform / Future Publishing

En este contexto, uno de los aliados más destacados se encuentra en forma de fruto seco. En particular, la avellana se presenta como una fuente inigualable de nutrientes esenciales para contrarrestar los niveles elevados de azúcar en la sangre.

Beneficios de la avellana

Las avellanas son ricas en grasas monoinsaturadas, fibra, antioxidantes y compuestos bioactivos, lo que contribuye a mejorar el metabolismo en general.

La fibra presente en las avellanas desempeña un papel importante en el metabolismo de la glucosa. El portal mundodeportivo.com señaló que “al ser digerida lentamente, la fibra dietética disminuye la velocidad de absorción de azúcar en el torrente sanguíneo. Esto ayuda a evitar los picos de azúcar después de las comidas, lo que a su vez contribuye a regular los niveles de azúcar en la sangre”.

Las propiedades de la avellana pueden controlar la diabetes. | Foto: GettyImages

Además, las grasas monoinsaturadas presentes en las avellanas aumentan la sensibilidad a la insulina, lo cual es crucial para controlar la diabetes tipo 2, donde la resistencia a la insulina suele ser un problema relevante.

Componentes para prevenir la diabetes y regular los niveles de azúcar de la sangre

Las avellanas contienen una cantidad significativa de magnesio, un mineral vital que participa en más de 300 reacciones enzimáticas en el cuerpo. Entre estas reacciones, se encuentran aquellas relacionadas con la secreción y función de la insulina, lo que desempeña un papel crucial en la regulación del azúcar en sangre. Diversos estudios han demostrado consistentemente que una mayor ingesta de magnesio se asocia con un menor riesgo de diabetes, lo que destaca su influencia positiva en la regulación de los niveles de azúcar en sangre.

Además, las avellanas son ricas en antioxidantes, como la vitamina E y varios flavonoides, que ofrecen beneficios para la salud. El estrés oxidativo, causado por niveles elevados de azúcar en sangre, puede provocar daño celular y empeorar los trastornos metabólicos. Los antioxidantes presentes en las avellanas actúan como agentes protectores al neutralizar los radicales libres dañinos que causan estrés oxidativo.

Consumo moderado

Incorporar avellanas a la dieta es bastante fácil debido a su versatilidad. Se pueden consumir crudas, tostadas o en forma de pasta, y se adaptan bien a ensaladas, postres o simplemente como un snack.

Aunque las avellanas tienen un potencial prometedor para controlar el exceso de azúcar en sangre, es importante tener en cuenta que no son una solución milagrosa para la gestión de los niveles de azúcar en sangre. Para controlar adecuadamente los niveles de azúcar en sangre y mantener una buena salud en general, es fundamental seguir una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y someterse a revisiones médicas periódicas.

Además, es importante tener en cuenta que algunos productos comerciales a base de avellanas pueden contener azúcares añadidos o grasas poco saludables que podrían contrarrestar los beneficios. Por lo tanto, es esencial leer detenidamente las etiquetas nutricionales y optar por las versiones menos procesadas del producto.

La avellana contiene altas cantidades de fibra. | Foto: GettyImages

Propiedades Nutricionales

De acuerdo con el portal nutandme.com, “las avellanas son una buena fuente de proteína, un nutriente esencial que es importante para el crecimiento y reparación de los tejidos del cuerpo. Una porción de una onza (28 gramos) de avellanas contiene aproximadamente 6 gramos de proteína”.

Estas también son consideradas como una buena fuente de fibra, un nutriente esencial que ayuda a regular la digestión y prevenir el estreñimiento. Una porción de una onza (28 gramos) de avellanas contiene aproximadamente 3 gramos de fibra.