La manera en la que una persona se despierta cada día influye en la calidad de la jornada que va a tener. Por lo tanto, lo más recomendable es empezar el día de una forma agradable y activa, con prácticas sanas, relajantes y dinámicas.
A diferencia de otros momentos del día, al despertar se presentan menos impedimentos para cumplir con los hábitos saludables.
Despertar temprano
Para tener un día productivo, es necesario madrugar y luego poner en marcha aquellos hábitos que ayuden a potenciar el rendimiento. Si la persona duerme a las 10 de la noche, despertarse a las 5 de la mañana no será un problema. Los grandes beneficios del sueño se obtienen entre las 10 y 12 de la noche, como la optimización de las funciones cognitivas.
En vez de utilizar los sonidos poco agradables de los despertadores tradicionales, se recomienda despertar con sonidos relajantes de la naturaleza o con melodías suaves.
Lo mejor es empezar el día con una afirmación positiva. Pensar y escoger aquellas sentencias que pueden ayudar, realizar ejercicios de respiración, evitar coger el teléfono o sentarse en el ordenador apenas se levante y tomar un tiempo personal para estirar el cuerpo.
¿Por qué es importante establecer una rutina matutina?
Los beneficios de establecer rutinas matutinas son múltiples, tanto a corto como a largo plazo. Algunos de los beneficios son:
- Esta es una oportunidad para iniciar nuevos hábitos saludables. La mañana es el mejor momento del día para consolidar y fortalecer prácticas difíciles de mantener, como hacer ejercicio o meditar.
- -Proporciona tiempo de calidad, el que es exclusivo para cada persona.
- La mañana es el momento del día en el que se tienen altos niveles de energía. Esto permite que las prácticas matutinas tengan un impacto significativo en la mente y el cuerpo.
- La forma en como despierta la persona influye en la calidad de la jornada. Por lo tanto, lo más recomendable es empezar el día de una forma agradable y activa, con prácticas sanas, relajantes y dinámicas.
Estas son algunas estrategias de productividad
No posponer la alarma
Posponer la alarma del despertador no logrará alargar el descanso; en su lugar, propiciará que la persona se sienta adormilada y con más dificultad para levantarse. Además, despertar temprano es el primer compromiso del día en el cual no se debe fallar.
Una forma efectiva para no posponer es colocar el despertador alejado de la cama. Esto obligará a la persona a levantarse para apagarlo.
Procurar un despertar agradable
En vez de utilizar los sonidos poco agradables de los despertadores tradicionales, se recomienda despertar con sonidos relajantes de la naturaleza o con melodías suaves. Esto propiciará una mañana de inicio menos abrupto, además de aportar relajación, disminución del estrés y optimización del aprendizaje.
Elaborar una rutina que conduzca al éxito
Es importante pensar en aquellas prácticas que ayuden a ser más productivo y efectivo. Algunas de las actividades que harán esto posible son las siguientes:
- Empezar el día con una afirmación positiva: Se suelen utilizar mantras que ayudan a experimentar emociones o pensamientos. Por ejemplo, decir “soy grandioso” o “cada día soy una mejor persona”. Esto ayuda a que la persona se sienta mejor con sigo misma.
- Evitar coger el teléfono o sentarte en el ordenador apenas se levante. Lo ideal es tener un tiempo para cada uno.
- Ducharse y pensar en el momento presente, en las sensaciones del aquí y el ahora. No adelantarse a las actividades del día, ya que es un momento personal.
Desarrollar una mente sana
Para alcanzar el éxito es necesario cuidar la mente y entrenarla. Si se trabaja en ella durante la mañana, es probable que pueda pensarse con más claridad, así, se notará la mejora en cada aspecto de la vida. Además, disminuyan los niveles de estrés experimentados durante la jornada.
Las practicas matutinas más populares para cuidar la mente son las siguientes:
- Leer: no importa mucho la cantidad. Con tan solo leer una página de un libro se estrenará la mente.
- Escribir: puede llevarse un diario en el que se plasmen ideas, emociones, sueños, conflictos.
- Meditar: es una excelente práctica para tranquilizar la mente y entrenarla. Están demostrados los numerosos beneficios en el bienestar personal y la productividad.