La presión arterial alta (hipertensión) es una afección frecuente en la que la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias con el transcurso del tiempo es lo suficientemente alta como para poder causar problemas de salud, como una enfermedad cardíaca, de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.
Además, el Instituto Nacional sobre el Envejecimiento que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés) señaló que cualquier persona puede desarrollar presión arterial alta. Sin embargo, algunas personas tienen mayor probabilidad de desarrollarla debido a factores que no pueden cambiar como, por ejemplo:
- Edad. La probabilidad de tener presión arterial alta aumenta a medida que una persona va envejeciendo.
- Género. Antes de los 55 años de edad, los hombres tienen mayor probabilidad de tener presión arterial alta. Las mujeres tienen más posibilidad de tener presión arterial alta después de la menopausia.
- Historial familiar. La presión arterial alta tiende a ser congénita en algunas familias.
- Raza. Los afroamericanos tienen un mayor riesgo de desarrollar presión arterial alta.
Por ello, si tras exámenes médicos se detecta presión arterial alta, cambiar el estilo de vida puede ayudar a controlar la enfermedad y algunas recomendaciones son:
- Seguir una dieta saludable para el corazón con menos sal. Esta debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada.
- Practicar actividad física con regularidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos. Se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
- Mantener un peso saludable o bajar de peso, si se tiene sobrepeso u obesidad.
- Limitar la cantidad de alcohol que se bebe. Para los adultos sanos, esto significa hasta una copa por día para las mujeres de todas las edades y para los hombres mayores de 65 años, y hasta dos copas por día para los hombres menores de 65 años.
Sobre la misma línea, el portal SaberVivirTV reveló que el té verde en infusión con miel y limón y consumido de entre una y tres veces diarias reduce los niveles de colesterol, pues un estudio de Pekin y citado por el Hospital maternoinfantil Sant Joan de Déu de Barcelona, reveló que “tomar té verde reduce las grasas del cuerpo gracias a una sustancia química presente en el té denominada “catequina”, que limita la absorción del colesterol en los intestinos”.
No obstante, de acuerdo con NIH, aunque es poco común, se han informado problemas hepáticos en varias personas que tomaron productos de té verde, principalmente extractos de té verde en forma de píldora.
Por tal razón, las personas con enfermedad hepática deben consultar a un médico antes de tomar productos con extracto de té verde. Quienes consumen extractos de té verde, especialmente aquellas con enfermedad hepática, deben suspender su uso y consultar a un proveedor de atención médica si desarrollan síntomas de problemas hepáticos, como dolor abdominal, orina oscura o ictericia.
Adicional, es importante consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.