La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al empujar contra las paredes de las arterias y, se considera presión arterial alta cuando la sangre en los vasos sanguíneos es demasiado alta, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Ahora bien, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explicó que hipertensión es el término que se utiliza para describir la presión arterial alta.
Entre tanto, la OMS señaló que el riesgo de hipertensión puede aumentar en estos casos:
- Edad avanzada.
- Causas genéticas.
- Sobrepeso u obesidad.
- Falta de actividad física.
- Comer con mucha sal.
Además, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) reveló que la hipertensión es el principal factor de riesgo para muertes por enfermedades cardiovasculares y, según la Organización Mundial de la Salud, se estima que en el mundo hay 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión, pero apenas uno de cada cinco adultos hipertensos (el 21 %) tiene controlado el problema.
No obstante, es crucial señalar que en la mayoría de los casos, no se presentan síntomas y en la mayoría de las personas, la hipertensión arterial se detecta cuando visitan a su proveedor de atención médica o se la hacen medir en otra parte.
De todos modos, según la OMS, algunas veces pueden presentarse síntomas como cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardiaco irregular, alteraciones visuales y acúfenos.
Adicionalmente, explicó que la hipertensión grave puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Por ello, si después de exámenes se detecta presión arterial alta, hay que realizar cambios en los hábitos y, se pueden incluir remedios naturales que ayuden a bajar los niveles como, por ejemplo, el consumo de ajo.
“El ajo disminuye la presión arterial alta debido a que ejerce un efecto hipotensor y favorece la circulación de la sangre por causar un efecto vasodilatador. También evita la formación de trombos debido a que inhibe la agregación plaquetaria”, indicó el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
Así las cosas, tres formas de consumir el ajo son:
1. Té de ajo: Hervir 200 ml de agua y agregar un diente de ajo picado o machacado que se debe dejar reposando por diez minutos para, después, beber.
2. Agua de ajo: “Se debe colocar un diente de ajo machacado en 100 ml de agua. Dejar reposar la mezcla durante toda la noche”, según Tua Saúde.
3. En la cocina para condimentar y sazonar los alimentos.
Sin embargo, de acuerdo con Medline Plus, es relevante reducir la ingesta de ajo en personas con problemas estomacales o digestivos, ya que podría llegar a producir irritación del tracto gastrointestinal.
Asimismo, advirtió que el ajo, especialmente fresco, podría aumentar el sangrado. Por ello, recomienda dejar de tomarlo al menos dos semanas antes de un procedimiento quirúrgico.
De igual forma, señaló los pacientes sometidos a tratamiento anticoagulante deben vigilar su consumo, ya que puede elevar el riesgo de sangrado.
Por ello, antes de consumir algún alimento, lo primero que hay que hacer es consultar al médico tratante o a un nutricionista para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas, ya que la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica.
Información nutricional por 100 gramos de ajo
- Energía: 113 calorías
- Proteína: 7 g
- Carbohidratos: 23,9 g
- Grasas: 0,2 g
- Fibras: 4,3 g
- Vitamina C: 17 mg
- Magnesio: 21 mg
- Selenio: 14,2 mcg
- Calcio: 14 mg
- Potasio: 535 mg
- Fósforo: 14 mg
- Sodio: 10 mg
- Hierro: 0,8 mg
- Alicina: 225 mg
- Colina: 23,2 mg