La hipertensión es una enfermedad crónica y silenciosa que afecta a millones de personas en el mundo. Este padecimiento se presenta cuando la sangre ejerce una presión muy fuerte contra las paredes de las arterias por las que circula.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que un alto porcentaje de quienes enfrentan esta afección no lo sabe. Esto se debe a que es una enfermedad que normalmente no muestra síntomas o signos de alerta. Por esta razón es clave, según los expertos, medir la tensión arterial de manera regular.
Cuando se presentan señales se manifiestan con cefaleas matutinas, hemorragias nasales, ritmo cardíaco irregular y alteraciones visuales. Si el padecimiento ha avanzado puede provocar cansancio, náuseas, vómitos, confusión, ansiedad, dolor torácico y temblores musculares.
Si bien se trata de una afección que requiere de tratamiento si ha avanzado, cuando se eleva de manera repentina es posible recurrir a ciertos remedios caseros para hacerle frente de manera rápida. Una de esas alternativas es la meditación y la respiración profundas.
Respiración profunda y meditación
Según el portal Medical News Today, estas dos acciones activan el sistema nervioso parasimpático, el cual interviene cuando el cuerpo se relaja, disminuyendo la frecuencia cardíaca y bajando la presión arterial.
“Se han realizado algunas investigaciones en esta área mediante estudios que muestran que los diferentes estilos de meditación parecen tener beneficios para bajar la presión arterial”, precisa.
Por su parte, realizar varias respiraciones profundas ayuda a relajar y reducir el estrés, favoreciendo la disminución de la presión arterial, asegura el sitio web de bienestar y salud Tua Saúde. Para poner en práctica el ejercicio es necesario inspirar profundamente aire, contener la respiración durante dos segundos y exhalar lentamente, pudiendo repetirse cuantas veces sea necesario.
Medical News Today cita un estudio en el que se invitó a los participantes a respirar profundamente seis veces en el transcurso de 30 segundos o que simplemente se quedaran quietos durante 30 segundos. En aquellos que hicieron las respiraciones, su presión arterial disminuyó más que en los que simplemente se quedaron sentados.
Esta práctica no solo puede ser usada para bajar la presión de inmediato, sino también puede practicarse dos veces al día para ayudar a mantenerla controlada.
Otro truco es sumergir los pies en agua tibia. Según Tua Sáude, esta es una técnica de relajación que estimula al cerebro, haciendo con se liberen endorfinas que ayudan a relajar los vasos sanguíneos y a disminuir la presión arterial. Para realizar la terapia solo es necesario colocar agua tibia en un recipiente y sumergir los pies durante al menos 15 minutos.
Otras formas de controlar la presión arterial sin medicamentos
El estilo de vida cumple una función importante en el control de la presión arterial. Si la persona logra controlarla podría evitar, retrasar o reducir la necesidad de tomar medicamentos. Así se puede hacer, según el instituto de investigación Mayo Clinic.
1. Bajar de peso: Este es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial.
2. Actividad física regular: El objetivo es realizar ejercicio moderado al menos 30 minutos cada día, cinco días a la semana. Si la presión arterial es alta, el ejercicio puede evitar que se transforme en hipertensión.
3. Dieta saludable: Llevar una alimentación que contenga gran cantidad de cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y que reduzca las grasas saturadas, es lo recomendable.
4. Menos sodio: Incluso una pequeña reducción de sodio en la alimentación puede mejorar la salud cardíaca y reducir la presión arterial.
5. Limitar el alcohol: Si se bebe alcohol con moderación, una bebida por día para las mujeres o dos para los hombres, la presión arterial puede reducirse potencialmente.
6. Dejar de fumar: Cada cigarrillo que la persona fuma reduce la presión arterial durante varios minutos después de terminarlo. Dejar de fumar ayuda a que la tensión vuelva a la normalidad.
7. Reducir la cafeína: Esta sustancia puede elevar la presión en personas que no la consumen con frecuencia.
8. Bajar el estrés: El estrés crónico contribuye a una presión arterial alta, mientras que el ocasional puede incrementarla si la reacción es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.
9. Control en el hogar: Lo que se hace desde casa puede ayudar a controlar la presión arterial. Los monitoreos permanentes son una forma de hacerle frente a este padecimiento.
10. Apoyo familiar: El apoyo de las personas cercanas es clave, pues ayudan en el cuidado de la alimentación, en hacer ejercicio y a controlar el estrés.