Se considera baja a la presión arterial cuya lectura es inferior a 90 milímetros de mercurio (mm Hg) para el número superior (sistólica) o 60 mm Hg para el número inferior (diastólica), de acuerdo con Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

Además, explicó que entre los tipos de presión arterial baja, se incluyen lo siguientes:

  • Hipotensión ortostática (hipotensión postural). Se trata de un descenso abrupto de la presión arterial cuando una persona se pone de pie o después de acostarse. y entre las causas, se incluye la deshidratación, el reposo en cama durante un tiempo prolongado, el embarazo, determinadas afecciones médicas y algunos medicamentos. Este tipo de presión arterial baja es común en los adultos mayores.
La disminución de la presión arterial al ponerse de pie o después de comer se da, principalmente, en adultos mayores de 65 años. | Foto: Avel Mitja Varela/Getty Images
  • Hipotensión posprandial. Este descenso de la presión arterial se produce de una a dos horas después de comer. Es más probable que afecte a adultos mayores, especialmente a aquellos con presión arterial alta o enfermedades del sistema nervioso autónomo, como la enfermedad de Parkinson.
  • Hipotensión mediada por los nervios. Consiste en un descenso de la presión arterial que se produce después de permanecer de pie durante períodos prolongados. Este tipo de presión arterial baja afecta principalmente a adultos jóvenes y niños. Podría deberse a la falla en la comunicación entre el corazón y el cerebro.
  • Atrofia multisistémica con hipotensión ortostática. Este trastorno poco frecuente, también denominado síndrome de Shy-Drager, afecta el sistema nervioso que controla las funciones involuntarias, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la respiración y la digestión. Está relacionado con tener una presión arterial muy alta al estar acostado.
La enfermedad de Parkinson, la diabetes y algunas afecciones cardíacas pueden aumentar el riesgo de tener presión arterial baja. | Foto: Getty Images

Adicional, la presión arterial demasiado baja puede disminuir los niveles de oxígeno del cuerpo y provocar daño al corazón y al cerebro.

De hecho, los síntomas de la presión arterial baja (hipotensión) pueden incluir lo siguiente:

  • Visión borrosa o cada vez menor.
  • Mareos o aturdimiento.
  • desmayos.
  • Fatiga.
  • Dificultad para concentrarse.
  • Náuseas.
Algunas personas pueden experimentar síntomas de baja presión cuando se ponen de pie demasiado rápidamente. | Foto: Getty Images

Así las cosas, La Verdad Noticias reveló seis formas para subir la presión arterial rápidamente:

1. Usar más sal. Los expertos suelen recomendar que se limite la sal (sodio) en la dieta, porque puede elevar la presión arterial, a veces de forma drástica. Sin embargo, en el caso de la presión arterial baja, esto puede ser bueno.

2. Beber más agua. Los líquidos aumentan el volumen sanguíneo y ayudan a prevenir la deshidratación, lo que es importante para tratar la hipotensión.

3. Usar medias de compresión. Estas medias elásticas, a las que también se las llama medias de soporte, normalmente se usan para aliviar el dolor y la hinchazón que causan las venas varicosas, ya que estimulan el flujo sanguíneo desde las piernas hacia el corazón.

4. Cruzar las piernas al estar sentado: “Cruzar las piernas al sentarse ha mostrado subir la presión arterial”, señala el medio.

5. Evitar las bebidas alcohólicas: El alcohol es una sustancia deshidratante que reduce la presión arterial, incluso si se bebe con moderación.

6. Comer porciones pequeñas y bajas en carbohidratos. Para ayudar a prevenir que la presión arterial baje abruptamente después de las comidas, se pueden comer porciones pequeñas varias veces al día y se deben limitar los alimentos con muchos carbohidratos, como las papas, el arroz, los fideos y el pan.

No obstante, es importante señalar que algunas personas no tienen síntomas y en estos casos rara vez se requiere tratamiento.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y, por ello, lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.