Un diagnóstico de hipertensión, o tensión alta, puede ser preocupante a cualquier edad, sobre todo por la cantidad de medicamentos que -generalmente- se recetan para los pacientes con este tipo de condiciones. Sin embargo, hay algunos consejos que se pueden seguir para evitar crisis de esta patología sin fármacos.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos define la presión arterial como una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre a su cuerpo.
Si se deja sin tratamiento, la presión arterial puede llevar a muchas afecciones médicas. Estas incluyen enfermedades del corazón, accidente cerebrovascular, insuficiencia renal, problemas en los ojos y otros problemas de salud, afirma la entidad.
De hecho, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en la mayoría de los países de las Américas, y son responsables del 30 % de las muertes en la región.
Para las personas que han sido diagnosticadas con esta afección y buscan una forma eficaz y natural de controlarla, la Clínica Mayo plantea las siguientes diez recomendaciones:
1. Reducir el exceso de peso
La presión arterial a menudo aumenta cuando se aumenta de peso. Tener sobrepeso también puede provocar una alteración respiratoria al dormir (apnea del sueño), que incrementa incluso más la presión arterial.
Bajar de peso es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial. En general, se puede reducir la presión arterial aproximadamente un milímetro de mercurio (mm Hg) con cada kilogramo (aproximadamente 2,2 libras) de peso que se baja.
2. Hacer ejercicio regularmente
La actividad física regular (por ejemplo, 150 minutos por semana o unos 30 minutos la mayoría de los días de la semana) puede reducir la presión arterial en aproximadamente 5 mm Hg y 8 mm Hg si se tiene presión arterial alta.
Si una persona tiene presión arterial alta, el ejercicio puede ayudar a evitar que se transforme en hipertensión. Si ya se tiene hipertensión, la actividad física regular puede reducir la presión arterial a niveles más seguros.
3. Llevar una dieta saludable
Llevar una alimentación que contenga gran cantidad de cereales integrales, frutas, verduras y productos lácteos con bajo contenido de grasa y que reduzca las grasas saturadas y el colesterol puede disminuir la presión arterial hasta en 11 mm Hg.
4. Reducir el consumo de sodio
Incluso una pequeña reducción de sodio en la alimentación puede mejorar la salud cardíaca y reducir la presión arterial aproximadamente entre 5 y 6 mm Hg si se padece de presión arterial alta.
El efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro. En general, es recomendable limitar el sodio a 2300 miligramos (mg) por día o menos. Pero un consumo más bajo (1500 mg por día, o menos) es ideal para la mayoría de los adultos.
5. Limitar el consumo de alcohol
El alcohol puede ser bueno y al mismo tiempo malo para la salud, según la Clínica. Si se bebe alcohol solo con moderación, generalmente una bebida por día para las mujeres o dos por día para los hombres, se puede reducir potencialmente la presión arterial en aproximadamente 4 mm Hg.
Sin embargo, beber más de una cantidad moderada de alcohol puede aumentar varios puntos la presión arterial. También puede reducir la eficacia de los medicamentos para esta patología.
6. Dejar de fumar
Cada cigarrillo que una persona se fuma reduce la presión arterial durante varios minutos después de terminarlo. Dejar de fumar ayuda a que la presión arterial vuelva a la normalidad y a reducir el riesgo de una enfermedad cardíaca.
7. Reducir el consumo de cafeína
Aún se debate la función que cumple la cafeína en la presión arterial. La cafeína puede elevar la presión arterial hasta 10 mm Hg en personas que no la consumen con frecuencia. Sin embargo, es posible que las personas que beben café con regularidad presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.
Aunque no son claros los efectos a largo plazo de la cafeína sobre la presión arterial, es posible que la presión arterial aumente levemente.
8. Reducir el estrés
El estrés crónico puede contribuir a una presión arterial alta. Es necesario realizar más investigaciones para determinar los efectos del estrés crónico en la presión arterial; no obstante, el estrés ocasional también puede contribuir a una presión arterial alta si la reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.
9. Controlar la presión y consultar al médico
El control en el hogar puede ayudar a controlar la presión arterial, asegurarse de que funcionen los cambios en el estilo de vida y alertarlos al paciente y al médico de posibles complicaciones para la salud. Los monitores de presión arterial se encuentran disponibles para el público sin ningún tipo de receta. Es recomendable hablar con el médico tratante sobre el control en el hogar antes de comenzar.
Las consultas regulares con el médico también son claves para controlar la presión arterial. Si esta está bien controlada, consultar al médico sobre la frecuencia con que se debe controlar.
10. Buscar apoyo
El apoyo de familiares y amigos puede ayudar a mejorar la salud. Pueden animar al paciente y cuidarlo por su cuenta, llevarlo al consultorio del médico o unirse a un programa de ejercicios con él para mantener la presión arterial baja.
Si una persona cree que necesita apoyo más allá de su familia y amigos, puede considerar unirse a un grupo de apoyo.