La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de las arterias. Cuando esta tensión es muy elevada se le llama hipertensión, según la Organización Mundial de la Salud.

Si la presión arterial se mantiene alta durante mucho tiempo, puede ser peligroso porque esto hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardíaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal, de acuerdo con información de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Algunos de los factores de riesgo modificables que pueden llevar a que una persona sufra de tensión alta o hipertensión son las dietas malsanas generadas, por ejemplo, por el consumo excesivo de sal, alimentos ricos en grasas saturadas y grasas trans e ingesta insuficiente de frutas y verduras.

También influye en esta afección la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol y el sobrepeso o la obesidad, indica la OMS.

Por otro lado, existen aspectos no modificables, como los antecedentes familiares de hipertensión, la edad superior a los 65 años y la concurrencia de otras enfermedades, como diabetes o nefropatías, frente a las cuales no es mucho lo que el paciente pueda hacer.

Según la OMS, se estima que en el mundo hay más de 1.280 millones de adultos de 30 a 79 años con hipertensión y que la mayoría de ellos viven en países de ingresos bajos y medianos.

Dado que la alimentación es clave para tratar de evitar el desarrollo de esta enfermedad, es importante conocer algunos alimentos y específicamente unas bebidas que deben restringirse de las dietas o moderar significativamente su consumo.

Bebidas azucaradas

El consumo excesivo de este tipo de productos está relacionado con una mayor tendencia a la obesidad y sobrepeso, que inciden directamente en la presión arterial.

El portal Mejor con Salud indica que “una revisión sistemática publicada en American Journal of Cardiology concluyó que hay una relación entre el consumo de este tipo de bebidas y un incremento de la tensión arterial. Por lo tanto, se debe limitar su consumo y optar por bebidas saludables como el agua”.

Energéticas

Las personas que presentan afecciones cardíacas o la tensión arterial elevada deben evitar el consumo de bebidas energizantes. Mejor con Salud cita una investigación publicada en Journal of the American Heart Association, que indica que las personas sanas que participaron del estudio y consumieron estos productos aumentaron su tensión arterial.

Estas bebidas contienen taurina y cafeína, sustancias que, a juicio de los científicos, podrían ser responsables de los aumentos de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca.

Alcohol

Beber demasiado alcohol de manera regular eleva la presión arterial a niveles poco saludables. Los especialistas del instituto de investigación Mayo Clinic aseguran que incluso si una persona está sana, el alcohol puede causar este efecto. Por ello la recomendación es que si una persona decide beber licor lo haga con mesura. “Para los adultos saludables, beber con moderación significa una copa al día para las mujeres y hasta dos copas diarias para los hombres”, precisa.

Café

El café y todas las bebidas y alimentos que contienen cafeína también pueden resultar perjudiciales para los pacientes que padecen de hipertensión, por eso su consumo debe efectuarse de manera controlada y si es posible evitarse.

Por ejemplo, es posible que una taza de café en la mañana no genere inconvenientes, pero si la persona decide tomar tres o cuatro tazas al día esto puede subir los niveles de presión arterial, debido a que la cafeína bloquea una hormona indispensable para mantener las arterias ensanchadas.

Según Mayo Clinic, la cafeína también provoca que las glándulas suprarrenales liberen más adrenalina, causando un aumento en la presión por lo que lo ideal es ingerir de manera controlada los alimentos que contienen esta sustancia.