La presión arterial es una medición de la fuerza ejercida contra las paredes de las arterias a medida que el corazón bombea sangre al cuerpo, de acuerdo con Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos.
Por tal razón, las lecturas de la presión arterial generalmente se dan como dos números. El número superior se denomina presión arterial sistólica. El número inferior se llama presión arterial diastólica. Por ejemplo, 120 sobre 80 (escrito como 120/80 mm Hg).
- Una presión arterial normal es cuando la presión arterial es menor a 120/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Una presión arterial alta (hipertensión) es cuando uno o ambos números de la presión arterial son mayores de 130/80 mm Hg la mayoría de las veces.
- Si el valor del número superior de su presión arterial es entre 120 y 130 mm Hg y el valor del número inferior es menor a 80 mm Hg, se denomina presión arterial elevada.
No obstante, los rangos cambian dependiendo de la edad, y según Seguros Bilbao estos son los rangos:
- Bebés entre 1 y 12 meses: 60/90 mm Hg
- Niños entre 1 y 5 años: 65/95 mm Hg
- Niños entre 6 y 13 años: 70/105 mm Hg
- Jóvenes entre 14 y 19 años: 77/117 mm Hg
- Personas entre 20 y 60 años: 80/120 mm Hg
- Mayores de 60 años: 90/140 mm Hg
Por tal razón, Mayo Clinic, una entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que para controlar la presión arterial alta hay que tener cambios en el estilo de vida como, por ejemplo:
1. Reducir el exceso de peso y cuidar la cintura: bajar de peso es uno de los cambios en el estilo de vida más eficaces para controlar la presión arterial.
2. Hacer ejercicio regularmente: la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda realizar mínimo 30 minutos de caminata moderada. Lo vital es que tenga un gasto energético.
3. Llevar una dieta saludable: la composición exacta de una alimentación variada, equilibrada y saludable estará determinada por las características de cada persona (edad, sexo, hábitos de vida y grado de actividad física), el contexto cultural, los alimentos disponibles en el lugar y los hábitos alimentarios. Por tal razón, es importante consultar a un experto para que lo guíe.
4. Reducir el consumo de sodio: el efecto del consumo de sodio en la presión arterial varía entre un grupo de personas y otro.
5. Limitar la cantidad de alcohol que se consume, ya que esto puede reducir la eficacia de los medicamentos para la presión arterial.
6. Dejar de fumar, pues al eliminar este hábito se puede reducir el riesgo de una enfermedad cardiaca y mejorar la salud en general.
7. Reducir el consumo de cafeína: es posible que las personas que beben café con regularidad presenten un efecto leve o nulo en la presión arterial.
8. Reducir el estrés: este factor puede contribuir a una presión arterial alta si la reacción al estrés es consumir alimentos poco saludables, beber alcohol o fumar.
Sobre la misma línea, el portal de salud ‘Tododisca’ reveló que los arándanos tienen muchos beneficios para la presión arterial, ya que esta fruta contiene flavonoides y taninos, además de una amplia diversidad de minerales como manganeso, vitamina C, entre otras.
En consecuencia, consumir 200 mg de arándanos al día durante un mes ayuda a mejorar la función de los vasos sanguíneos y por consiguiente mejora la presión arterial, según un estudio fue desarrollado por investigadores del King’s College de Londres (Reino Unido), pues cuando la presión arterial se mantiene mucho tiempo alta, hace que el corazón bombee con más fuerza y trabaje demasiado, lo que puede ocasionar serios problemas de salud, como ataque cardiaco, accidente cerebrovascular, insuficiencia cardiaca, e insuficiencia renal.
De todos modos, antes de consumir algún medicamento o iniciar un tratamiento lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique que es lo más adecuado para cada persona, pues las anteriores recomendaciones no son las indicadas para todas las personas.