La presión baja o la hipotensión en el embarazo, es una alteración muy común en la primera etapa de gestación debido a las alteraciones hormonales, las cuales relajan los vasos sanguíneos y hacer que la presión arterial disminuya. Por lo general, esta situación no es grave, como si lo es tener la presión alta durante el embarazo; no obstante, la disminución constante de la presión puede ocasionar desmayos que pueden poner en riesgo la vida del bebé y de la mamá.

De acuerdo con el portal web Tua Saúde, la presión baja en el embarazo puede ocasionar síntomas como sensación de debilidad, visión borrosa, sueño constante, mareos y dolor de cabeza. En los casos graves, puede haber constantes desmayos, por lo que es muy importante acudir de inmediato al obstetra para una valoración médica.

Causas de la presión baja en el embarazo

En el primero y segundo trimestre del embarazo, el organismo demanda un aumento del flujo sanguíneo con el fin de suplirle sangre tanto a la madre como al feto. Durante esta fase, el cuerpo de mujer busca adaptarse y crear condiciones necesarias para que el feto se desarrolle, por lo que la sangre debe circular más rápido para cubrir las necesidades del organismo.

Otra causa de la hipotensión es la presión que ejerce el útero sobre la aorta y la vena cava abdominal. Esto ocurre principalmente en el segundo trimestre del embarazo, donde el peso del útero es mayor debido al crecimiento del bebé.

A su vez, cuando se producen mareos y aturdimiento al ponerse de pie tras estar sentada o acostada, también es posible que se baje la tensión. Lo ideal en estos casos es levantarse despacio, sentarse durante unos minutos y después colocarse de pie con ayuda de alguien.

Una causa de la hipotensión en el embarazo es la presión que ejerce el útero sobre la aorta y la vena cava abdominal. | Foto: Getty Images

¿Cómo evitar la presión baja en el embarazo?

UnCómo da a conocer varios tips para regular la tensión en el embarazo y algunos remedios caseros que ayudan a prevenir esta anomalía.

  • Posición: Lo aconsejable es cambiar de posición frecuentemente, pues cuando está en estado de embarazo avanzado, el bebé tiende a presionar los vasos sanguíneos, generando dificultad para el retorno de la sangre al corazón y ocasionando bajas de tensión repentinas.
  • Hidratación: Tomar agua constantemente será de gran ayuda para que no se reduzca el flujo sanguíneo y con él, la presión arterial.
  • Evitar espacios cerrados: Lo ideal es buscar espacios abiertos con mucha ventilación para que la tensión se mantenga en sus niveles estables.
  • Hacer ejercicio: A pesar de que el estado de gestación muchas veces dificulta practicar algún ejercicio, es importante incluir en la rutina diaria caminatas que ayuden a activar la circulación.
  • Consultar con el obstetra: Si está utilizando algún medicamento, se debe consultar con el obstetra si ejerce este ejerce algún efecto secundario sobre la presión arterial.
  • Hábitos del sueño: En vez de dormir sobre la espalda boca arriba, se aconseja dormir sobre el lado izquierdo, en especial en el último trimestre.

A su vez, expertos también aconsejan consumir agua de coco como remedio natural para subir la tensión, ya que es rico en sales minerales, al igual que el consumo de leche de almendras. También es fundamental salir de casa a las horas en las que el sol es menos intenso y llevar ropa holgada que no bloquee la circulación, preferiblemente en tejidos naturales como por ejemplo, el algodón orgánico.