Los probióticos son sustancias que se componen por microorganismos vivos como, por ejemplo, bacterias y levaduras. Estos ayudan a mejorar la microbiota del cuerpo, por lo cual contribuyen a mantener una buena salud del sistema digestivo.
En este sentido, los probióticos tienen la capacidad de tratar y prevenir una enfermedad como la diarrea. De igual manera, contrarrestan la encefalopatía hepática, la inmunomodulación, el síndrome del colon o intestino irritable, la enterocolitis necrotizante, las infecciones del tracto urinario, las mastitis subagudas y subclínicas, y la dermatitis atópica.
Teniendo en cuenta los beneficios de los probióticos, es de vital importancia conocer qué alimentos los contienen. De acuerdo con la sección Nutrición del portal Mundo Deportivo, estos son los productos que acumulan la sustancia en cuestión:
1. Yogur. “Dentro de los alimentos ricos en probióticos, el yogur es uno de los más demandados en todo el mundo. Ahora bien, no todos los que vemos en el supermercado sirven, pues para contener estos microorganismos vivos han de ser naturales, sin que hayan sido pasteurizados. Como dato interesante, la leche de oveja y la de cabra contienen más probióticos que la leche de vaca”, afirma.
2. Kombucha. Esta es una bebida poco común que se prepara con té fermentado con microorganismos por microorganismos de nombre scoby. No contiene azúcar, aspecto importante para mantener regulados los niveles de glucosa en la sangre.
3. Queso crudo. “El queso fabricado con leche cruda, es decir, no pasteurizada, es rico en probióticos. Al igual que sucede que el queso de oveja, el queso de cabra y el yogur, posee mayores ventajas probióticas que el de vaca”.
4. Kéfir. Después de la leche y el yogur, el kéfir es uno de los lácteos más conocidos a nivel mundial. Se obtiene de la fermentación de algunas bacterias y levaduras. Aunque es muy parecido al yogur, su principal diferencia es que acumula una mayor cantidad de microorganismos.
5. Chucrut. “El chucrut es un alimento probiótico muy conocido, que se obtiene a través de la fermentación de la col blanca o el repollo. Su sabor es ácido y tiene una textura crujiente. Tal y como sucede con otros alimentos de esta categoría, es importante que no haya sido pasteurizado”.
6. Miso. Este alimento probiótico es una pasta que se prepara con la fermentación de soja, sal y koji. Su aroma es muy similar al café, aunque como aspecto a detallar, sabe a carne. Su textura es muy cremosa.
7. Microalgas. “Son fuente de probióticos y otros nutrientes. En la dieta japonesa suele ser habitual el consumo de este tipo de algas (kombu, chorella o espirulina). Es posible añadirlas en caldos, ensaladas o sopas, e incluso se pueden hacer smoothies con ellas”.
8. Tempeh. Un probiótico como el tempeh se elabora a partir de la fermentación de la soja. Este alimento es muy versátil, por lo que se puede consumir salteado, horneado y en ensaladas. Algunas personas lo añaden en las sopas.
9. Kimchi. “El kimchi se obtiene a partir de la fermentación de vegetales, principalmente de la col. En Corea suele consumirse con frecuencia, siendo el acompañamiento de carnes y pescados. Se le añade ajo y pimiento, de ahí su sabor picante, su principal diferencia con respecto al chucrut”.
10. Aceitunas. Las aceitunas contienen bacterias vivas, esto se da del resultado de su propia fermentación. Son muy utilizadas en la gastronomía a nivel mundial.
Para que los alimentos probióticos aporten sus beneficios a la salud digestiva se deben consumir con moderación, un exceso puede ser peligroso.