El aparato cardiovascular está conformado por el corazón y los vasos sanguíneos, los cuales hacen que circule la sangre y el oxígeno en el cuerpo humano.

“El sistema de conducción mantiene el corazón latiendo a un ritmo normal y coordinado, que, a su vez, hace circular la sangre. Esto produce el intercambio continuo de sangre rica en oxígeno y sangre con poco oxígeno necesario para mantenernos vivos”, explica Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación.

En algunos casos, genes, infecciones, lesiones, medicamentos o afecciones cardíacas puede causar problemas circulatorios, también conocidos como “enfermedades cardiovasculares”. Algunos pueden ser graves y poner en riesgo la vida de las personas.

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, indica algunas de las enfermedades vasculares:

  • Aneurisma.
  • Arterioesclerosis.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Enfermedad de las arterias coronarias y enfermedades de las arterias carótidas.
  • Enfermedad de Raynaud.
  • Accidente cerebrovascular.
  • Várices.
  • Vasculitis.

Cada enfermedad es diferente y afecta a cada individuo de una forma diferente. Es importante realizar exámenes médicos regularmente para verificar el estado de salud y que todo esté bien. Algunas afecciones como el colesterol elevado, por ejemplo, son silenciosas y pueden causar arteriosclerosis y poner en riesgo la vida de la persona.

Es fundamental tener un estilo de vida saludable que contribuya positivamente al corazón. La Biblioteca brinda algunas recomendaciones para tener en cuenta:

  • Tener una dieta saludable.
  • No fumar o buscar ayuda para dejar de hacerlo.
  • Prestar atención a la presión arterial y al colesterol elevado.
  • En caso de tener diabetes, seguir el tratamiento médico.
  • Evitar sentado o de pie por largos períodos de tiempo.

Arterioesclerosis

Esta afección ocurre lentamente mientras que el colesterol, la grasa, las células sanguíneas y otras sustancias de la sangre forman placa. Cuando esta se acumula, ocurre un estrechamiento de las arterias, disminuyendo el suministro de sangre con oxígeno a los tejidos de los órganos vitales del cuerpo humano, explican los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés).

Para evitar este tipo de afecciones es importante tener un estilo de vida sano: ejercitarse, tener una dieta sana y hábitos que contribuyan a la salud del corazón.

“Una vida saludable para el corazón implica conocer su riesgo, hacer elecciones saludables y tomar medidas para reducir las posibilidades de desarrollar enfermedad cardíaca, incluida la miocardiopatía coronaria, que es el tipo más habitual. Al tomar medidas preventivas, puede reducir el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca que podría llevar a un ataque cardíaco. También puede mejorar su salud y bienestar generales”, señalan los NIH.

Existen diferentes tipos de colesterol. El colesterol total es la cantidad total de colesterol que hay en la sangre. En este se encuentra el colesterol de lipoproteína de baja densidad, denominado LDL por sus siglas en inglés, y el colesterol lipoproteína de alta densidad HDL, nombrado así por sus siglas en inglés.

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, explica los diferentes tipos de colesterol y menciona que el colesterol malo (LDL) se acumula en las arterias y puede llegar a obstruirlas, aumentando el riesgo de enfermedades de arteria coronaria y del corazón. El colesterol bueno (HDL) es el que ayuda a eliminar el colesterol acumulado en las arterias. El No HDL es el colesterol total menos el colesterol bueno (HDL) y los triglicéridos son otro tipo de grasa que también aumentan las enfermedades del corazón, si se tienen niveles muy elevados.

Cuando el cuerpo tiene demasiado colesterol en la sangre, puede ocurrir una obstrucción en las arterias coronarias y aumentar los riesgos de complicaciones en la salud. La Fundación Española del Corazón indica que “tener niveles elevados de colesterol total, triglicéridos y/o el colesterol LDL, incrementa el riesgo de padecer un ataque cardíaco”.