El sistema digestivo forma parte clave de las actividades del organismo en su día a día, cumpliendo la función de descomponer los alimentos a través de enzimas en el estómago y el intestino delgado. Un mal cuidado de este funcionamiento puede generar implicaciones negativas para el resto de órganos, hasta generar enfermedades más profundas y con el tiempo, pueden resultar más graves.

Sin embargo, “algunos componentes no digeribles pasan al intestino grueso, donde son fermentados por las bacterias presentes de manera natural en el sistema digestivo. Este proceso de fermentación es el principal impulsor de la producción de gases intestinales, que consisten principalmente en nitrógeno, oxígeno, dióxido de carbono, metano e hidrógeno”, según información de Vida Lúcida.

Estas afectaciones pueden llegar a generar diarrea, cólicos e incluso acumulación de gases en el estómago, o en el intestino, produciendo gran incomodidad y dolores constantes, los cuales pueden imposibilitar la movilidad.

A su vez, en estas flatulencias intestinales se pueden encontrar también pequeñas cantidades de gases de azufre, que son responsables del típico olor del gas expulsado. Aunque la expulsión de gases es normal, en algunas personas con problemas intestinales, como el síndrome del intestino irritable, la presencia de gases puede producir síntomas graves con dolor abdominal.

Los gases se forman por tragar aire. | Foto: Getty Images

Gases intestinales y problemas de salud

Por su parte, algunos de los síntomas o señales sobre dicha patología, con volúmenes de gas pequeños, que la mayoría de personas toleran bien, se destacan:

  • Eructos frecuentes.
  • Ruidos en la tripa.
  • Excesivas ventosidades.

Ante estos síntomas, es fundamental acudir al médico para diagnosticar la causa y el tratamiento a seguir. Sin embargo, cuando la producción de gases se vuelve un síntoma normal del día a día, pero que se quiere mitigar, lo ideal es acudir a remedios naturales que ofrece la medicina tradicional.

Hay alternativas naturales para combatir el dolor de estómago y el problema con gases intestinales. | Foto: Klaus Vedfelt

Vida Lúcida precisó que la “presencia constante de ciertos patrones de gases intestinales podría ser una señal de alerta temprana para diversas enfermedades”. A su vez, citó un estudio longitudinal realizado en el Hospital General de Massachusetts, donde hallaron que “la presencia de ciertos compuestos en la flatulencia podría estar relacionada con condiciones como la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa”.

¿Qué es la enfermedad de Crohn?

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, MedlinePlus, la enfermedad de Crohn es una afección que afecta algunas partes del tubo digestivo en las cuales se presenta inflamación. Además, a ciencia cierta, no se conocen los factores exactos de su desarrollo.

No obstante, la enciclopedia médica menciona que las variables asociadas con la enfermedad de Crohn son el consumo de tabaco, los antecedentes familiares y una mala reacción del cuerpo ante la presencia natural de ciertas bacterias en el intestino.

¿Qué es la colitis ulcerosa?

La colitis ulcerosa es una enfermedad intestinal crónica que provoca la inflamación del tracto digestivo. Esta patología suele afectar al revestimiento interno del intestino grueso (colón) y al recto, provocando inflamación y úlceras (llagas) en el tracto digestivo. La colitis ulcerosa pone al paciente en mayor riesgo de desarrollar cáncer de colón.

La colitis ulcerosa puede ser leve o grave dependiendo en qué parte del colon se ubique. | Foto: Getty Images

Los síntomas que se presentan son sangrado rectal, diarrea con sangre, calambres abdominales y dolor intenso, aunque aparecen con el paso del tiempo. El tratamiento incluye medicamentos y cirugía, así lo aseguró Mayo Clinic.

La colitis ulcerosa puede ser debilitante y, a veces, puede provocar complicaciones que ponen en riesgo la vida. Aunque no existe una cura conocida, el tratamiento puede reducir los signos y los síntomas de la enfermedad de forma significativa e incluso puede contribuir a una remisión de larga duración.