Uno de los principales enemigos del buen estado de la piel, sobre todo cuando se trata del rostro, es la exposición frecuente al sol sin que se tengan en cuenta las recomendaciones básicas de protección, por ejemplo, el uso de un protector solar que prevenga la aparición de pecas, manchas, ojeras o áreas con tonalidades más oscuras en la piel.
Los efectos de una exposición frecuente a los rayos ultravioleta sin los debidos cuidados se conocen como procesos de hiperpigmentación, que consisten en que algunas células especiales producen demasiada cantidad de un pigmento llamado melanina, lo que termina generando un deterioro en el estado de la piel.
Por esa razón los expertos recomiendan que las personas que diariamente se exponen al sol deberían usar protector solar los 365 días del año, sobre todo durante los periodos de verano. Sin embargo, muchas personas se preguntan cómo elegir correctamente su protector dependiendo del tipo de piel.
La organización Kids Health, especializada en salud para padres, niños y adolescentes, publicó un informe en su sitio web en el que explica que en el mercado existen varios tipos de protectores: cremas, geles, espray y sticks (aplicadores en bastón o barra).
“Las cremas van muy bien para las áreas de piel seca, los bastones ayudan alrededor de los ojos y los geles van bien en las áreas con pelo (como el cuero cabelludo)”, señala el documento, que fue revisado por la Dra. Kathleen M. Cronan, especialista de la División de Medicina de Atención de Urgencias del Hospital Nemours en Wilmington, Estados Unidos.
Los expertos advierten que el uso de protectores en espray no es tan recomendable, debido a que es más difícil saber la cantidad exacta que se está aplicando, además de que puede ser riesgoso en caso de que los niños lo aspiren. En el caso de pieles sensibles se recomienda usar productos cuyo ingrediente activo sea el dióxido de titanio.
A la hora de comprar un protector solar, los expertos de Kids Health recomiendan verificar tres aspectos básicos en la etiqueta del producto. A continuación se presentan esas recomendaciones.
- Verificar que el producto tenga un FPS (factor de protección solar) de 30 o superior.
- Es necesario que el protector sirva tanto contra los rayos UVA como contra los rayos UVB (se recomienda un protector solar de “amplio espectro”).
- Seleccionar un protector que sea resistente al agua (que proteja a los niños mientras estén dentro del agua durante 40-80 minutos).
Otros aspectos a tener en cuenta es que el producto no contengan PABA, ya que pueden causar alergia en la piel. Por otro lado, si la decisión es comprar un protector auto-bronceador, lo aconsejable es verificar que el producto también tenga protección UV.
“Los rayos UV emitidos por el sol activan las células denominadas melanocitos, que son las encargadas de producir melanina, el pigmento que da color a nuestra piel”, asegura Marinesa Meca, experta del laboratorio francés SVR Laboratoire Dermatologique, en declaraciones citadas por el portal Hola de España.
La recomendación es que aproximadamente veinte minutos antes de que la persona salga de casa se aplique protector solar sobre el rostro, incluyendo los párpados, como también sobre el dorso de los pies o la espalda. En el caso en que la persona esté en una piscina o en el mar, se recomienda que aplique el protector solar cuando la piel esté seca.
“(...) Tras una larga exposición solar y si no hemos protegido adecuadamente la piel, la sobreproducción de melanina causará la aparición de estas manchas llamadas lentigo, que son permanentes y requerirán un tratamiento específico dermatológico e incluso médico para desaparecer”, agrega la experta Marinesa Meca.