Las pruebas de sangre proporcionan resultados inmediatos y alertan ante la necesidad de hacer cambios en la rutina. Estos exámenes permiten saber si se debe cambiar la dieta o la actividad física que se esta implementando, si el medicamento, en dado caso de ya padecer diabetes, esta funcionando correctamente, si los niveles en la sangre están bajos o altos. Los médicos también envían pruebas de sangre como parte de un chequeo de rutina que logre determinar si se tiene diabetes o prediabetes.
Los riesgos de padecer diabetes aumentan cuando: se tiene 45 años o más, si se tiene sobrepeso, si no se realiza actividad física, si se tiene presión alta, si se tiene triglicéridos altos o niveles bajo de colesterol bueno, si se tiene un historial de diabetes gestacional, si se tiene historial de resistencia a la insulina, si se tiene antecedentes de accidentes cerebrovasculares, hipertensión o familiares cercanos que padezcan de diabetes.
El cuerpo toma los carbohidratos que se encuentran en alimentos como: los granos, las frutas para luego convertirlos en glucosa. La glucosa es una de las principales fuentes de energía del cuerpo. Para las personas que ya han sido diagnosticadas con diabetes los exámenes de sangre le permitirán saber cuales son sus niveles de azúcar y si debe hacer ajustes en su dieta o medicamentos.
El azúcar baja en la sangre conocida como hipoglucemia puede causar convulsiones e incluso el coma si no se trata. El azúcar alta en la sangre conocida como hiperglucemia puede generar cetoacidosis. Está es una complicación, grave, de la diabetes y ocurre cuando el organismo produce niveles elevados de unos ácidos presentes en la sangre denominados “cetonas”.
Las personas que estén controlando su diabetes pueden realizar una prueba de sangre de dos maneras. La primera es pincharse un dedo para realizar una prueba de sangre por medio de glucómetro. El procedimiento incluye pinchar un dedo y colocar la sangre en la tira del glucómetro. La tira usualmente se inserta en la máquina. Los resultados se mostrarán en la pantalla entre 10 a 20 segundos. La segunda se realiza por medio de una prueba de sangre, en ayunas (ASA) o por medio de una hemoglobina glicosilada. Los resultado de la prueba harán evidentes los niveles de azúcar presentes en la sangre durante los últimos 90 días.
¿Cuándo y con qué frecuencia realizar una prueba de sangre?
Dependiendo el tipo de diabetes que se padezca asimismo se deben realizar los exámenes de sangre. Si se padece de diabetes tipo 1. Según la Sociedad de Diabetes de Estados Unidos se debe controlar los niveles de azúcar en la sangre: antes de comer o tomar unas onces, antes de hacer ejercicio, antes de dormir, y antes de conducir o quedarse al cuidado de un niño o adulto mayor.
Se debe verificar los niveles de azúcar en la sangre cuando se presentan algunos de estos síntomas: temblores, sudoración o frío, irritación o impaciencia, confusión, mareos, hambre o náuseas, somnolencia, hormigueo o entumecimiento de los labios o lengua, enojo, irritación o tristeza.
Algunas mujeres embarazadas desarrollan diabetes gestacional durante esta etapa, debido a que las hormonas interfieren en la forma en la que el cuerpo produce la insulina, generando que el azúcar se acumule en la sangre. Si se padece de diabetes gestacional el médico determinará con cuánta frecuencia se debe medir el azúcar presente en la sangre. La diabetes gestacional usualmente desaparece luego del parto.
La pruebas caseras son usuales en pacientes que padecen de diabetes tipo 2.