Pasar mucho tiempo en el celular, viendo televisión o realizando otra actividad puede llevar a que muchas personas trasnochen y se duerman muy tarde. Según los expertos, la mayoría de los adultos necesita de 7 a 8 horas de sueño para estar saludable, indica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

Hay quienes consideran que el tiempo que no se duerme en la semana puede ser recuperado de otra forma: durmiendo muchas horas el sábado y el domingo. Respecto a esto, diversos estudios han explicado que puede ser efectivo y beneficioso para el cuerpo humano.

De acuerdo con el portal La Vanguardia, lo importante de los resultados de las investigaciones consiste en mantener un equilibrio. “Podemos dormir poco entre semana y aprovechar los fines de semana, pero siempre y cuando tengamos una rutina, nuestro cuerpo se adaptará en consecuencia. Ahora bien, los expertos aconsejan, de ser posible, evitar o limitar cualquier alteración de nuestro ciclo de sueño”, detalla el medio de comunicación.

Según explica el estudio “Recuperación del sueño y la depresión durante el fin de semana: resultados de una muestra representativa a nivel nacional en Corea”, recuperar las horas de sueño durante los fines de semana tiene efectos positivos en salud. Según la investigación, estaría asociado con un menor riesgo de padecer depresión.

Sin embargo, algunos expertos difieren un poco de estos resultados, pues señalan que las personas que tienen dificultades para conciliar el sueño entre semana, los tendrán igualmente los fines de semana. Como el “cuerpo no está acostumbrado a descansar como es debido los fines de semana, por lo que no podrán recuperarse por mucho que duerman un poco más”, detalla La Vanguardia.

Consejos para dormir mejor

Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, brinda algunas recomendaciones para aquellas personas que se les dificulta conciliar el sueño:

  1. Crear una rutina: acostarse y levantarse a la misma hora para que el cuerpo esté entrenado y acostumbrado.
  1. En caso de no poder dormir, lo mejor es levantarse. Ir a otra parte de la casa y luego volver a acostarse. Según la Biblioteca se recomienda hacer esto para que la cama no se convierta en un lugar de estrés.
  1. Realizar actividades relajantes como leer. Cuando se tenga sueño, regresar inmediatamente a la cama.
  1. Es importante tener un colchón cómodo, para que no sea un distractor y genere inconvenientes al momento de conciliar el sueño.
  1. Verificar que la habitación sea fresca, pero que tampoco genere frío.
  1. La luz que ingresa al cuarto puede ser un problema al momento de dormir. Por eso, se recomienda usar cortinas oscuras o utilizar un antifaz.
  1. Revisar que la habitación sea silenciosa. Sin embargo, se puede poner música suave para dormir mejor.
  1. El reloj puede ser un objeto que provoque estrés. Los expertos de Medline Plus recomiendan ubicarlo en un lugar que no permita verlo desde la cama.
  1. Evitar los dispositivos electrónicos. Apagarlos y ubicarlos lejos de la cama para no revisarlos momentos antes de ir a dormir.

¿Por qué es importante dormir?

Mientras las personas duermen el cerebro pasa por cinco fases diferentes del sueño. Cada una de ellas ayudan a que el cuerpo se sienta más descansado y con energía para el día siguiente. En palabras de Medline Plus, a continuación, los beneficios de las fases del sueño:

  • Sentirse descansado y con energía al día siguiente.
  • Aprender información, hacer reflexiones y formar recuerdos.
  • Liberar más hormona del crecimiento, que ayuda a los niños a crecer. También aumenta la masa muscular y la reparación de células y tejidos en niños y adultos.
  • Liberar hormonas sexuales, que contribuyen a la pubertad y la fertilidad.
  • Evitar enfermarse o a mejorarse cuando está enfermo, creando más citoquinas (hormonas que ayudan al sistema inmunitario a combatir varias infecciones).

Rangos para dormir según la edad

  • Recién nacidos: 16-18 horas al día
  • Niños en edad preescolar: 11-12 horas al día
  • Niños en edad escolar: por lo menos 10 horas al día
  • Adolescentes: 9-10 horas al día
  • Adultos (incluyendo adultos mayores): 7-8 horas al día