Al respirar se introduce en el organismo oxígeno, el cual proporciona la energía necesaria para que funcionen los órganos, y a su vez se expulsa dióxido de carbono. Por lo general, durante un día normal se respira aproximadamente 25.000 veces.
El Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre de los NIH (Institutos Nacionales de la Salud) señaló que los hábitos para un estilo de vida saludable, como realizar actividad física y no fumar, pueden prevenir lesiones y enfermedades pulmonares.
Las frutas suelen actuar como un antioxidante natural, pues reduce el estrés al que se somete las vías respiratorias. Como tal, los frutos cítricos como la naranja y la mandarina son muy recomendados para prevenir infecciones respiratorias gracias al elevado contenido de vitamina C, que refuerza las defensas del organismo.
Sin embargo, hay otros alimentos que pueden ayudar a fortalecer los pulmones y descongestionar las vías respiratorias, manteniendo estables los niveles saludables del organismo. Los rábanos, por ejemplo, contienen compuestos azufrados que son capaces de eliminar la mucosidad bronquial y tienen la propiedad de disminuir la congestión en las vías respiratorias.
Por su parte, los tomates son ricos en vitaminas A y C, nutrientes reconocidos como un soporte al sistema inmunológico, a una buena visión y recientemente a la salud pulmonar, incluso, tanto los tomates, las manzanas y los plátanos ayudan específicamente a mantener la salud pulmonar, sugiriendo que tienen un papel importante en disminuir el decaimiento de su función.
La cebolla es ideal para limpiar los pulmones y eliminar la mucosidad, por tener propiedades antivirales, antifúngicas, antibacterianas, antiinflamatorias, anticancerígenas, hipoglucemiantes y antioxidantes, según el portal portugués de salud, nutrición y bienestar Tua Saúde.
Además, la cebolla es un alimento con bajo contenido energético y en su composición se ha de tener en cuenta su aporte en minerales y vitaminas, así como la variedad de minerales como calcio, fósforo, magnesio, hierro, zinc, cobre, manganeso.
No obstante, la cebolla puede consumirse cocida, cruda, en salsa o en conservas, según recomienda el portal portugués, que además indica que “la cantidad para obtener sus beneficios todavía no está establecida, algunos estudios indican que deberían ser al menos 25 g por día”.
Incluso, existe un remedio muy usado para contrarrestar no solo los resfriados, sino para limpiar los pulmones: jarabe de cebolla y ajo, que tal como lo subraya, son alimentos ricos en vitaminas con un efecto medicinal.
Modo de preparación
- Cortar en rodajas la cebolla morada.
- Se debe hervir agua e incorporar la cebolla cortada.
- Las cebollas se deben ablandar. Luego de esto, escurrir.
- Posteriormente, en una olla se debe hervir agua con azúcar hasta que se derrita.
- Luego mezclar la cebolla y el azúcar derretido.
- Después de 15 minutos, colar y verter la mezcla en una botella de vidrio.
- Se aconseja tomar el anterior jarabe dos veces al día para observar su efecto. Sin embargo, se recomienda consultar con un médico, quien indicará el tratamiento a seguir.
Según la publicación Bazaar, otro alimento que puede ayudar a fortalecer los pulmones es la yema de huevo, la cual contiene vitamina A, un nutriente muy beneficioso para la salud respiratoria.
Así mismo, la cúrcuma se caracteriza por su poderosa acción antioxidante y sus propiedades antiinflamatorias que pueden repercutir en todo el organismo, específicamente en los pulmones.
Y no puede quedar atrás el ajo, este ingrediente se destaca por poseer propiedades antisépticas, depurativas y bactericidas. Asimismo, funciona como un expectorante natural y ayuda a desinflamar rápidamente los bronquios. Por otra parte, también ayuda a frenar las infecciones ayudando a aliviar la inflamación.
Según la publicación de El Universal, esta fruta contiene resveratrol, un fitoquímico que es antiinflamatorio y anticoagulante, además que mejora la memoria e inhibe el estrés oxidativo. Estas frutas también son ricas en antocianinas, elementos que pueden ayudar a prevenir el cáncer de pulmón y del tubo digestivo.