Hace varios años que las plantas medicinales se están tomando el mundo y actualmente están reemplazando la medicina tradicional, es por esto que muchas personas que se han acostumbrado a este tipo de alternativas para curar varias afecciones. Además, esto crea mayor credibilidad en la gente, ya que son elementos naturales, sin químicos ni aditivos dañinos para el cuerpo. Cabe resaltar que uno de sus usos más comúnes es emplearlo para enfermedades de tipo respiratorio y de los pulmones.

La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam) define a los pulmones como dos sacos blandos y esponjosos en los que descansa el músculo llamado diafragma, igualmente están formados por bronquiolos y alvéolos pulmonares. Por esta razón, siempre se les debe cuidar y más aún en temporadas de frío.

Medical News Today señala que respirar aire contaminado, humo de cigarrillo y otras toxinas puede dañar los pulmones e incluso causar problemas más graves de salud. Por eso, mantener la salud de estos es fundamental para el bienestar del resto del cuerpo.

Respirar aire contaminado, humo de cigarrillo y otras toxinas puede dañar los pulmones. | Foto: Getty Images

Los pulmones son órganos muy delicados, cuya salud puede verse comprometida por acumulación de toxinas y contaminantes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la exposición a la contaminación del aire provoca más de cuatro millones de muertes en el mundo cada año.

Por fortuna, existen algunos remedios caseros con plantas medicinales que puede aliviar los pulmones. Convertir la despensa en un botiquín natural es ideal, ya que muchas de estas plantas ayudarán a fortalecer los pulmones y a evitar afecciones respiratorias:

Tomillo

Tiene un efecto antiséptico y expectorante que ayuda a combatir las infecciones respiratorias y a expulsar la mucosidad. Además, contribuye a calmar la tos y a combatir la congestión nasal.

  • La dosis y la forma de preparar la infusión es la misma que la del eucalipto. Se recomienda incorporar unas gotas de zumo de limón para potenciar su poder desinfectante.
  • Hacer gárgaras con un traguito de la infusión tibia, tres veces al día. Esto ayuda a combatir la faringitis y la amigdalitis.

Eucalipto

El aceite esencial que contiene ayuda a eliminar la mucosidad y alivia la inflamación de la garganta.

  • Hervir diez gramos de la planta por cada litro de agua. Inhalar sus vapores cubriendo la cabeza con una toalla, entre diez y 15 minutos.

El orégano

Para beneficiarse de sus efectos (expectorante, antitusivo, antiséptico y sedante) se usan las ramas con flores.

  • La dosis y la forma de preparación de la infusión es la misma que en el eucalipto y el tomillo. Para que tenga un sabor más suave, se puede combinar con otras plantas como el anís, el hinojo y la manzanilla.
  • Si se usa como condimento, se deben frotar las hojas entre los dedos antes de añadirlas a los platos para potenciar su sabor.

Regaliz

Actúa como un antibiótico natural que, además, protege la mucosa inflamada y disminuye la tos.

  • Hervir una cucharadita de raíz de regaliz por cada taza de agua, durante tres minutos. Apartar del fuego, tapar y deja reposar cerca de cinco minutos. Colar y endulzar con miel (opcional). Se puede tomar tres veces al día (entre cuatro y seis semanas, máximo).
  • Se puede combinar con amapola. Preparar una cucharada sopera de la mezcla por taza de agua. Es muy eficaz contra la tos.

Llantén

Es rico en mucílagos, que hidratan, calman y suavizan la mucosa respiratoria.

  • Puede tomarse en infusión (se prepara igual que las de eucalipto y tomillo), solo o combinado con otras plantas como el tomillo.
  • Además, se puede elaborar como un jarabe: mezclar hojas picadas y agua. Pasadas unas horas, filtrar la bebida y añadir miel. Disolver al baño María y envasar en un tarro de cristal. Guardar en la nevera y tomar tres cucharadas al día.

Gordolobo

Su efecto es similar al del llantén, ya que también contiene mucílagos. Además, tiene un destacado poder expectorante, antitusivo y antiinflamatorio.

  • Se prepara igual que la mayoría de infusiones anteriores, pero cambiando la dosis: solo se deben tomar dos al día (es decir, una taza cada 12 horas). Además, se puede beber sola o combinada con regaliz.
  • Se debe evitar si las personas sufren de obstrucción esofágica o gastrointestinal, ya que podría aumentar el tamaño del bolo, al igual que ocurre con el llantén.