Los riñones están formado por aproximadamente un millón de unidades de filtración llamadas nefronas y eliminan los desechos, el exceso de líquido del cuerpo, el ácido que producen las células del cuerpo y mantienen un equilibrio saludable de agua, sales y minerales (como sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales de Estados Unidos.

Asimismo, explicó que los riñones también producen hormonas que ayudan a:

  • Controlar la presión arterial.
  • Producir glóbulos rojos.
  • Mantener los huesos fuertes y saludables.

“La mayoría de las enfermedades renales atacan a los nefrones. Este daño causa que los riñones no puedan eliminar desechos. Las causas incluyen problemas genéticos, lesiones o medicamentos, y la persona puede correr mayor riesgo de padecer una enfermedad renal si se tiene diabetes, presión alta, enfermedad cardíaca o un familiar cercano con algún problema de los riñones. La enfermedad renal crónica va dañando los nefrones de a poco con el transcurso del tiempo”, explicó la biblioteca en su página web.

Otras enfermedades de los riñones pueden incluir: cáncer, quistes, piedras o infecciones y, para detectar si hay una enfermedad renal, el médico debe hacer pruebas de sangre y de orina, ya que los síntomas se desarrollan muy tarde y por lo general aparecen cuando los riñones fallan completamente, que es cuando el médico debe ordenar un trasplante renal o un tratamiento con diálisis para reemplazar la función que normalmente desempeñan los riñones.

Adicional, el Instituto señaló que las probabilidades de tener enfermedad de los riñones aumentan con la edad y entre más tiempo se haya padecido de las enfermedades nombradas hay mayor probabilidad de sufrir de la enfermedad de los riñones.

Por ello, cuidar este órgano es de vital importancia y el Instituto reveló los mejores alimentos para los riñones:

  • Pollo.
  • Pescado.
  • Carne.
  • Huevos.
  • Lácteos.
  • Frijoles.
  • Nueces.
  • Granos.
  • Aves sin piel.
  • Vegetales.
  • Frutas.

De hecho, es importante señalar que una dieta saludable debe incluir al menos 400 g (o sea, cinco porciones) de frutas y hortalizas al día, menos del 10 % de la ingesta calórica total de azúcares libres, menos del 30 % de la ingesta calórica diaria procedente de grasas y menos de cinco gramos de sal (aproximadamente una cucharadita) al día y la sal debería ser yodada

Sobre la misma línea, señaló que otras recomendaciones que pueden ayudar a cuidar los riñones incluyen:

  • Realizar ejercicio la mayoría de los días de la semana durante y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sugiere realizar actividades físicas aeróbicas moderadas durante al menos 150 a 300 minutos; o actividades físicas aeróbicas intensas durante al menos 75 a 150 minutos, aunque, se vale también una combinación equivalente de actividades moderadas e intensas a lo largo de la semana.
  • Tener un peso saludable. El Ministerio de Salud en su página web explicó que se considera un peso saludable aquel que permite que la persona se mantenga en un buen estado de salud y calidad de vida. También se entiende como los valores de peso, dentro de los cuales, no existe riesgo para la salud de la persona.
  • Controlar la diabetes, la presión arterial alta y la enfermedad cardíaca.

De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.