El síndrome del intestino irritable (SII o IBS, por sus siglas en inglés) es un grupo de síntomas que se presentan juntos, que incluyen dolor repetido en el abdomen y cambios en la evacuación de las heces, como diarrea, estreñimiento o ambos, de acuerdo con el Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales que hace parte de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos.
Además, señaló que ciertos problemas pueden ser un factor para el desarrollo del SII como, por ejemplo:
- Eventos estresantes o difíciles en la infancia, como el abuso físico o sexual.
- Ciertos problemas mentales, como ansiedad, depresión y trastorno de síntomas somáticos.
- Infecciones bacterianas en el tracto digestivo.
- Proliferación bacteriana en el intestino delgado, un aumento en la cantidad o un cambio en el tipo de bacteria en el intestino delgado.
- Intolerancia o sensibilidad a ciertos alimentos que causan síntomas digestivos.
Sobre el último factor, Mayo Clinic, entidad sin ánimo de lucro dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, reveló que los alimentos que empeoran la afección son los productos lácteos, las frutas cítricas, las alubias (frijoles, porotos), el repollo, y las bebidas carbonatadas.
De igual forma, el portal portugués de salud, nutrición y bienestar ‘Tua Saúde’ indicó que otros alimentos que desencadenan el síndrome del intestino irritable son “el café, chocolate, bebidas energéticas, té negro y té verde; la ingesta de bebidas alcohólicas y de alimentos que contengan edulcorantes artificiales; de condimentos como la pimienta, picante, cubitos de caldo y salsas; y de alimentos con elevado contenido de grasas y de azúcares, como frituras, embutidos, cortes de carne roja con mucha grasa, quesos amarillos, queso crema, comidas congeladas tipo nuggets, pizzas o lasañas, comidas rápidas, galletas rellenas, pasteles elaborados, entre otros”.
Asimismo, el portal reveló que los alimentos que deben consumirse moderadamente o en lo posible evitarse son:
- Cereales integrales, centeno, productos integrales, pasta.
- Plátanos verdes y maíz.
- Legumbres como lentejas, garbanzo, espárragos y guisantes.
- Vegetales como col de bruselas, brócoli, cebolla y ajo.
Ahora bien, para tratar la afección es mejor evitar los alimentos mencionados, pero adicional se puede seguir otras recomendaciones como, por ejemplo:
- Beber mucho líquido: Los hombres necesitan aproximadamente 13 tazas de líquido al día y la mayoría de las mujeres necesita cerca de nueve, pero el consumo puede variar dependiendo de las actividades que se realicen día a día. Por ejemplo, si se hace ejercicio, si se vive en clima cálido o si se está en embarazo, hay que consumir más líquido de lo habitual.
- Hacer ejercicio regularmente: Las nuevas directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomiendan por lo menos de 150 a 300 minutos de actividad física aeróbica de intensidad moderada o vigorosa por semana para todos los adultos, incluidas las personas que viven con afecciones crónicas o discapacidad, y un promedio de 60 minutos al día para los niños y adolescentes.
- Dormir lo suficiente: según los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH, por sus siglas en inglés), un adulto necesita entre siete y ocho horas de sueño por noche. Los bebés generalmente duermen unas 16 horas diarias. Los niños pequeños necesitan unas diez horas de sueño, mientras que los adolescentes necesitan, al menos, nueve horas.
De igual forma, Medline Plus, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, reveló que la mayoría de las personas con diagnóstico de síndrome del intestino irritable pueden controlar sus síntomas con dieta, manejo del estrés, probióticos y medicinas.
De todos modos, la información antes dada de ninguna manera sustituye la asesoría médica y por ello lo primero que hay que hacer es consultar a un experto de la salud para que sea este quien guíe el proceso e indique qué es lo más adecuado para cada persona.